Sin novedad en el frente informativo de las cadenas de televisión. Cada una cuenta la película según su prisma particular. Según mejor coincida con lo que a cada canal interesa. Estoy hablando naturalmente de la noticia del día, el pacto PSOE-Junts que encarrila la investidura. Hay dos puntos, en estos folios que han firmado Santos Cerdán y Turull, en que la interpretación televisiva es divergente. Enfrentada incluso. Uno es la ley de amnistía. En el ‘TN migdía’ (TV3) nos decían que la ley se ha pactado, pero que su alcance no se conoce todavía. En el ‘Telediario ‘ de La 1 de TVE decían lo mismo. Pero en ‘A3 Noticias 15h,’, bajo un rótulo que advertía ‘Beneficiados ley de amnistía’, colocaron los rostros de Alay, Buch, Boye y Laura Borràs, y nos decían: «Puigdemont ha conseguido que estos también se incluyan. Que se les blinde».
Vayamos al otro punto. El de la celebración de un referendum. A mi juicio, el relato más ajustado fue la crónica que mandó desde Bruselas Joan Raventós (TV3). Decía: «Puigdemont planteará el referendum a través del artículo 92, pero es seguro que el PSOE presentará una contrapropuesta para mejorar el Estatuto de Autonomía». O sea, lo del referendum –al menos con este nombre– está más verde que maduro. En el ‘Telediario’ de La 1 de TVE matizaban que el referendum es solo «una insistencia» de los independentistas. En ‘A3 Noticias’, en cambio, aseguraban: «Sánchez se compromete por escrito a negociarlo. ¡Eso nunca había ocurrido!». O sea, comparar los informativos de la tele sigue siendo un deporte raro: desconcierta.
No he visto en ningún canal que se hayan tomado la molestia de analizar quién ha sacado más en esos pactos, si ERC o Junts. Porque de eso es de lo que va la película. El otro día, Sergi Sol, incondicional devoto de ERC, les advertía a los de ‘La SextaXplica’ que el ataque de celos de Puigdemont ha sido de antología. Por eso enfrió las negociaciones. No es una mala analítica. Ante lo que ha conseguido ERC para Catalunya (traspaso de Rodalies, condonación del 20% de la deuda…) en Waterloo temían que su pacto, el suyo, quedase ante la ciudadanía como un arreglo personal para amnistiar al jefe y a sus amigos. ¡Ah! A veces a los finos analistas de las cadenas de Madrid les falta perspectiva. El problema en Catalunya no es Sánchez, ni los pactos puntuales que con él puedan urdirse. El cacao de verdad es la lucha ERC-Junts. Fratricida.