El centenario Sanatorio Adaro no para de crecer. El antiguo hospital minero –reconvertido con éxito en a finales de los años noventa en centro sociosanitario orientado principalmente hacia la atención geriátrica– ha abierto un ala nueva con 16 camas que también ha conllevado la incorporación de 14 nuevos profesionales. Ahora el centro suma 124 trabajadores y cuenta con 150 camas.

Así lo expuso el gerente del Adaro, Gabriel Menéndez Zorita. «En lugar de las 35 camas que teníamos de convalecencia pasan a ser 51, algo importante para la actividad del centro», señaló. Los trabajos consistieron en el acondicionamiento de un ala, la 2A, que había quedado sin uso. Se pusieron ventanas nuevas, se arreglaron los baños y se equiparon las habitaciones.

«Salvo los suelos se reformó todo», apunta Zorita, que explica que las carencias de personal obligaron a demorar la apertura: «No se pudo abrir en su momento por la falta crónica de médicos que había. Ahora tenemos uno más y ya este lunes pasado se pudo abrir». Son 16 nuevas camas, correspondientes a 8 habitaciones individuales y 4 dobles. Están dirigidas a pacientes que, tras pasar por una atención en fase aguda, deben seguir con su convalecencia, en casos como intervenciones de cadera, ictus o cualquier otro caso en el que hayan perdido movilidad y necesiten rehabilitación.

Para la nueva planta se ha contratado a un nuevo médico, personal de enfermería, auxiliares y una fisioterapeuta. Catorce trabajadores más en total, con lo que la plantilla del Sanatorio Adaro alcanza ahora los 124 empleados. Con esta ampliación, el antiguos hospital minero cuenta ahora con 150 camas. De ellas, 91 son concertadas con el ERA (Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias): 74 de estancias indefinidas y 17 temporales, para un máximo de cuatro meses. A ellas se suman ahora 51 más para convalecencias y ocho más de Salud Mental que dependen del hospital comarcal Valle del Nalón.

En las instalaciones del Adaro se desarrolla, además, un programa de detección precoz del cáncer de mama (mamografías diagnósticas) dirigido a mujeres de entre 50 y 69 del área sanitaria VIII. La unidad de cribado de defectos de refracción es otro programa asistencial concertado con el Servicio de Salud del Principado (Sespa) cuyo propósito es reducir la alta demanda de consultas de los servicios de oftalmología. También existe un convenio para prestar alojamiento y atención psicosocial a enfermos mentales.

Fundación

El Sanatorio Adaro se constituyó como fundación asistencial, orientada a la atención geriátrica especializada, en 1997. Por el camino quedaba casi un siglo de actividad ligada al cuidado de mineros accidentados que dio fama al centro en toda España, gracias a la labor de un grupo de profesionales liderado por Vicente Vallina.

La fórmula adoptada consistió en enmarcarse en la rama sociosanitaria y, más concretamente, en la atención integral a personas mayores. En un primer momento, en los años 1996 y 1997, el cuidado que se prestaba era exclusivamente residencial, aunque progresivamente fue evolucionando al de la geriatría especializada.