Solo cinco partidos, tres de ellos de titular, ha jugado Santiago Mouriño, llegado al Real Zaragoza cedido desde el Atlético de Madrid a mediados de agosto, en un préstamo que estaba marcado en el momento en que el Cholo Simeone decidiera sobre la conveniencia de que el central uruguayo, fichado del Racing de Montevideo, necesitaba minutos para su progresión en el fútbol europeo después de que la entidad colchonera pagase 2,7 millones por un jugador de 21 años y con mucho futuro, plasmado en cinco temporadas de contrato, hasta 2028.

Los estrechísimos vínculos sinérgicos entre ambos clubs, con socios comunes en ambas propiedades, como el Fondo Inmobiliario Ares, establecían claramente que el Zaragoza sería el destino y así lo fue, pero la principal misión de Mouriño al arribar a La Romareda, tener minutos, no se está cumpliendo, por lo que el Atlético, si hasta enero no cambia la situación actual, puede revertir su cesión en esa ventana y buscarle otro destino para tal fin, por lo que el Zaragoza se vería obligado a fichar otro central para completar su cuarteto.

El jugador, que fue el que en agosto decidió salir para tener minutos, porque el cuerpo técnico rojiblanco no le dijo de forma expresa que lo hiciera, llegó al Zaragoza tras pisar los entrenamientos de la selección uruguaya de Marcelo Bielsa en junio y ha estado en la prelista del combinado charrúa en esta temporada. Sin embargo, se ha caído de esa convocatoria porque el Loco prioriza de forma absoluta una continuidad en sus equipos para los internacionales uruguayos. Mouriño se siente a gusto en la ciudad y en el Zaragoza, pero está a expensas de la decisión del Atlético, aunque obviamente sabe que en su llegada a Europa y si quiere triunfar en el club por el que ha fichado 5 años es vital que juegue para poder regresar a las órdenes de Simeone, o a una cesión en un equipo de élite, la próxima temporada.

Mouriño empezó sin jugar en el Zaragoza pese a que vino con toda la pretemporada hecha en el Atlético, gira incluida, y debutó por la baja de Francés, que estaba con la sub-21, hasta el partido contra el Cartagena en el Nuevo Cartagonova, en la quinta jornada y con una actuación convincente. Mantuvo el sitio junto a Jair ante el Racing pese a estar ya disponible el canterano en un partido serio que tuvo el lunar del mal control que posibilitó la contra del Racing y el gol de Grenier.

Las palabras de Escribá

Desde entonces, en la jornada sexta, solo ha sido titular, jugando la primera parte, ante el Alcorcón, por las rotaciones en el tercer partido zaragocista en esa semana y donde vio una amarilla y Escribá le quitó al descanso, señalándole después de forma pública. “No estaba acertado y tenía una tarjeta. Se le ha visto nervioso y cuando ves a un jugador así no quieres que contagie al equipo. Era el ideal para sus delanteros porque es el central más rápido, pero después con balón ellos se iban a meter atrás y una salida como la de Alejandro (Francés) era lo mejor», dijo el técnico entonces, el pasado 8 de octubre. Desde ese día, en la décima jornada, solo ha jugado 15 minutos en el tramo final en Gijón, justo en el de la reacción sportinguista, si bien ninguno de los dos goles del rival vino tras un fallo suyo. El otro encuentro que ha disputado es ante el Mirandés, en los 17 minutos finales, por lo que solo Enrich, Luna y los metas Rebollo y Poussin llevan menos tiempo que él sobre el césped.

Mucha competencia

La confianza de Escribá en Jair y el buen momento que ha recuperado Francés en este curso, además de la fiabilidad física de ambos, sobre todo del defensa con ascendencia portuguesa, que apenas se pierde partidos, restan opciones al uruguayo, que ahora ya es el cuarto central después de que Lluís López, inédito en el inicio liguero, haya sido el elegido para cubrir las últimas bajas de Francés al irse con la sub-21, tanto en Gijón como en la decisión posterior del técnico de que el canterano no jugara frente al Eibar tras volver de dos partidos con la Rojita. Ahora mismo, Lluís López ha disputado 272 minutos, por los 258 de Mouriño, que en condiciones normales tendrá su oportunidad en Copa ante el Atzeneta el martes, ya que la iba a tener hace una semana cuando se suspendió el partido.

Mouriño llegó a manejar hasta siete opciones de salir cedido en España, pero Cordero tenía clara su apuesta en él, aunque trabajó alternativas como la de Pascanu por si finalmente no salía, y el Atlético deseaba que jugara en el campeonato español y que no se marchara a préstamo a uno de los clubs del grupo, el San Luis de México, ni cercanos a la entidad colchonera, el Famaliçao. Su caso es diferente al de Valera y Mollejo, también a préstamo desde el conjunto rojiblanco, que además están jugando mucho más, ya que ambos han participado en las 14 jornadas, con 9 titularidades para el extremo murciano y tres para el atacante toledano, que será baja ante el Elche y es posible que ante el Huesca, ambas por sanción. Además, ambos han llegado al Atlético desde su cantera, pero por Mouriño el club rojiblanco ha hecho una inversión fuerte con vistas a futuro y es vital que acumule minutos y experiencia en España.