Telefónica y Álvarez-Pallete se enfrentan a su día más importante de los últimos años. Este miércoles la compañía presentará los resultados pertenecientes a los primeros nueve meses de 2023 y, después, dará a conocer el nuevo plan estratégico de la compañía. Esta jornada coincide, además, con un momento en el sector de las telecomunicaciones tremendamente complejo con la venta del negocio de Vodafone en España a Zegona y la decisión de Bruselas sobre la fusión entre Orange y MásMóvil.
El momento de Telefónica, a su vez, es también convulso ya que tiene dos frentes abiertos de calado. Por un lado, la operación de entrada por parte de STC, operador estatal de Arabia Saudí, en el accionariado. Por otro lado, la compañía anunció un nuevo plan de bajas incentivadas y en el que ya está trabajando con los sindicatos.
Tampoco la marcha de Telefónica en bolsa ha sido la mejor en los últimos años. Un sector penalizado por la alta competencia entre operadoras y factores económicos como la crisis del coronavirus o la desconfianza por la renta variable a consecuencia de la inflación han mermado los títulos de la compañía de telecomunicaciones.
En concreto, las acciones de Telefónica se han situado por debajo de los cuatro euros y, por ahora, los inversores no parecen estar seguros de entrar en la operadora de telecomunicaciones. Los últimos movimientos dentro de la principal empresa tecnológica en España tampoco han ayudado y la irrupción de STC en el accionariado tampoco han dado la estabilidad deseada a los títulos de la empresa. Por tanto, los títulos de la cotizada del Ibex 35 cerró la jornada más cerca de los 3,5 euros que de los cuatro euros, una vez que se conoció la noticia que la empresa lanzará una opa sobre la totalidad de las acciones de Telefónica Alemania. La sociedad dirigida por José María Álvarez-Pallete llegará al día del inversor con una capitalización bursátil de unos 21.000 millones de euros.
STC y la SEPI marca la agenda
Más allá de las presentaciones del día del inversor, la jornada estará marcada por la entrada en el capital social de Arabia Saudí en Telefónica. STC sigue esperando la decisión del Gobierno, que deberá dar validez o no, a la totalidad de la operación. La teleco asiática espera quedarse con el 9,9% de la totalidad de las acciones. En la actualidad ya controla el 5% a través de derivados financieros. La normativa establece un plazo de tres meses para que el Gobierno se pronuncie. No obstante, el Ejecutivo puede prolongar este plazo las veces que quiera.
A pesar de que el Gobierno puede vetar la entrada de Arabia Saudí, todo hace indicar que dará luz verde a la operación puesto que no quieren entrar en conflicto con un socio económico que hace inversiones mil millonarias en España y el resto de Europa. No obstante, el Ejecutivo quiere atar en corto a STC y planea aparecer en el accionariado de Telefónica con una participación del 5%.
Plan de bajas
Por otra parte, Telefónica deberá explicar el nuevo plan de bajas que prepara para 5.000 empleados. UGT, el sindicato mayoritario de Telefónica España,pidió claridad y precisó que se despejen todas las dudas posibles a largo plazo en torno a la compañía, ante la presentación del plan estratégico esta misma semana.
En un comunicado, UGT recuerda que este miércoles, en el llamado en el “Capital Markets Day”, la compañía desvelará un plan estratégico que, “sin duda, buscará transformar nuestra operativa al objeto de aumentar nuestros principales KPI y demostrar el verdadero valor de Telefónica”.
Las primeras reuniones estaban previstas para estos días. Sin embargo, la compañía ha preferido esperar a que pase el día del inversor para intentar llegar a un acuerdo con los diversos sindicatos que tienen representación en Telefónica.
Negocio
El día del inversor de Telefónica también servirá para conocer las líneas maestras para los próximos años. En el anterior plan estratégico, Álvarez-Pallete anunció la reorganización de los mercados y centró el tiro en España, Alemania, Reino Unido y Brasil, además de la reducción de deuda.
Las dos premisas se han cumplido a rajatabla, pero ahora el presidente de la operadora deberá dar nuevas respuestas al mercado. Por ejemplo, al dividendo. La empresa de telecomunicaciones recortó hace dos años a la mitad la remuneración al accionista y las fuentes financieras consultadas indican que el mercado estará pendiente de lo que acontezca en esta materia.
En cuanto a la deuda, a pesar de haberla rebajado casi a la mitad desde los 53.116 millones registrados en 2016, en lo que va de año vuelve a incrementarse. De este modo, a cierre de junio se situaba en 27.500 millones, frente a los 26.687 millones de 2022. Barclays recuerda que el endeudamiento de Telefónica sigue siendo elevado en términos absolutos y también en comparación con el resto del sector y es un factor negativo sobre la cotización.
En cuanto a su negocio minorista, Telefónica deberá dar también nuevos mensajes de optimismo al mercado. Las grandes operadoras siguen resintiéndose de la feroz competencia para conseguir usuarios. Las empresas de bajo coste han comido terreno a lo largo de los años y Movistar ha perdido dos millones de líneas en la última década, de acuerdo a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). No obstante, la compañía sigue liderando el mercado de clientes.