¡Esto es Pasapalabra! Moisés y Óscar han protagonizado su mejor duelo de los 31 que llevan en El Rosco por su altísimo nivel, por lo igualados que han estado y por el trepidante final que se ha producido. Podrían haber firmado tablas perfectamente pero uno de los dos ha querido arriesgar ante una de esas preguntas difíciles que muchas veces valen un bote. Ha sido el riojano, que no se ha llevado los 1.078.000 euros en juego pero sí una tremenda ovación del público.

Aunque los dos han comenzado con mucha precaución, después han cogido carrerilla. Merece mención especial la jugada de once respuestas consecutivas de Óscar: le dejaba con un parcial a su favor de 19-10. Además, en su siguiente turno ha llegado hasta los 22 aciertos, con 21 en la primera vuelta y uno ya entrando en la segunda. Después, ha optado por esperar la reacción de su rival.

Moisés ha ido a su encuentro con pies de plomo. Teniendo en cuenta que un fallo ya podía ser fatal, ha ido asegurando cada respuesta. Sin embargo, se ha mostrado muy peleón y ha conseguido igualar al madrileño.

Podría haber firmado tablas. Sin embargo, los concursantes tienen una lucha personal contra las preguntas difíciles, las que sólo se resuelven fruto del estudio, de dedicar horas, del esfuerzo. Por eso, Moisés ha optado por arriesgarse con una de las más rocosas: el apellido de un arquitecto. Ha respondido cuando sólo le quedaban tres segundos y ha dado un auténtico golpe de autoridad, literal y figuradamente. El público ha celebrado su acierto con una ovación que hacía tiempo que no se vivía en el plató.

“Se me ha quedado un cuerpo estupendo”, ha reconocido Óscar, que se ha visto en una inesperada encrucijada. Sin embargo, como gran compañero y rival, ha aplaudido la valentía de Moisés. ¡Dale al play y revive este frenético duelo!

Pese a tener que volver a jugar la Silla Azul, Óscar puede estar muy satisfecho con este duelo. Sin duda, ha subido el nivel tras hacer autocrítica de los programas anteriores.

De hecho, en esta ocasión ha terminado las pruebas sacando treinta segundos a Moisés. Parece que el ánimo de “los tres a una”, con Jorge Lucas y Ana García Lozano, ha hecho efecto.