S&P Global Ratings asegura en un comunicado que la dimisión del primer ministro de Portugal, Antonio Costa, tras acusaciones de corrupción «no plantea riesgos inmediatos para la solvencia crediticia del país».
Así, la agencia de calificación crediticia afirma que los riesgos para las finanzas públicas del próximo año «parecen modestos», ya que su previsión de superávit presupuestario -en 2024 se estima en el 0,2%- coincide con la meta establecida por el gobierno portugués.
Sin embargo, advierte de que una convocatoria de elecciones anticipadas podría generar problemas para la aprobación final del presupuesto de 2024, prevista para finales de este mes. Esta situación podría provocar que Portugal se «desvíe del largo historial de prudencia fiscal más allá de 2024» y también podría desembocar en una «desaceleración de la reducción de la deuda pública».
La semana pasada, el parlamento portugués aprobó el presupuesto de 2024 en primera lectura, que contó con el apoyo del del 52% de los escaños.
Por otro lado, S&P también alerta de que el tercer desembolso de los fondos Next Generation EU podría retrasarse, aunque no «significativamente», pero este escenario «podría perturbar la ejecución de hitos políticos clave o conducir a una supervisión más estricta de la implementación del proyecto por parte de la Comisión Europea».
El martes pasado, Antonio Costa presentó su dimisión ante el presidente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, tras ser informado de que la Fiscalía del país lo investiga como parte de una causa por posibles delitos de prevaricación, corrupción y tráfico de influencias relacionados con las concesiones públicas de exploración de litio en Romano (Montalegre) y do Barroso (Boticas), así como en un proyecto para una planta de producción de energía de hidrógeno verde en Sines.