Daniel Sancho, el joven español encarcelado en Tailandia por presuntamente matar y descuartizar a Edwin Arrieta el pasado 2 de agosto, tiene una última baza para intentar evitar ser condenado a pena de muerte en ese país. En su defensa, Sancho repetirá ante el juez la versión que ha contado ya a algunos familiares y amigos.
CASO ABIERTO ha tenido acceso a esa versión de Daniel Sancho. El joven argumenta que en el bungalow de Tailandia donde fueron para estar solos, él trató de romper su relación con Edwin Arrieta, pero el cirujano colombiano se negó violentamente a aceptar su decisión, y que incluso trató de agredirlo sexualmente.
Golpes y mordiscos
Entonces se habría iniciado una violenta pelea entre los dos, tal y como recoge el informe de la policía tailandesa, en la que, siempre según la versión de Daniel Sancho, Arrieta le habría golpeado y mordido.
Él, por su parte, habría empujado y golpeado a Arrieta, que finalmente cayó y se golpeó con la cabeza contra uno de los muebles del cuarto de baño de la habitación, lo que le habría originado la fractura del hueso occipital del cráneo, tal y como revela la autopsia, y generado la muerte.
Por Instagram
Daniel Sancho y Edwin Arrieta se conocieron por Instagram. Apenas una semana después, Arrieta viajó a España para encontrarse físicamente con Sancho. Ambos estuvieron en Madrid, Segovia e Ibiza, entre otros lugares. Acudieron a los mejores locales y los mejores hoteles. Pagaba siempre Arrieta.
Éste le habría ofrecido dinero para sus proyectos de cocina. Incluso, según las fuentes consultadas por CASO ABIERTO, le habría comentado la posibilidad de abrir un negocio hostelero en un supuesto palacete que tendría en México.
Al cabo de un tiempo, Daniel Sancho se dio cuenta de que había «pactado con el diablo». El joven ha contado que Arrieta le había convertido en su «objeto sexual» y le había obligado a «hacer cosas que no quería»
Al cabo de un tiempo, según fuentes próximas a Daniel Sancho, el joven se da cuenta de que había «pactado con el diablo». Estas fuentes afirman que Daniel no es homosexual, pero aun así inició una relación íntima con Arrieta en la que le convirtió en su «objeto sexual» y le «obligó a hacer cosas que no quería».
En verano, Sancho decide romper la relación, salir de la «jaula de cristal» de la que habla a algunos amigos. Les envía mensajes en los que advierte que Arrieta «no es lo que parece». El cirujano, siempre según la versión que traslada Sancho, le presionaba y le vigilaba de forma obsesiva. También lo hacía con algunos de sus amigos y amigas.
Lesiones en el cuerpo
El joven español llegó a Tailandia a finales de julio. Edwin Arrieta aterrizó allí el 2 de agosto. Sancho fue a recogerlo y lo llevó al bungalow que había alquilado para estar tranquilos. Allí, según su versión, le comunicó que iba a dejarlo, para siempre. Entonces, Arrieta habría tratado de agredirle sexualmente y le causó varias lesiones en la espalda, el brazo y el antebrazo, entre ellas un mordisco.
Él se defendió y según lo que contó en la reconstrucción de los hechos ante la policía tailandesa, se inició entonces una pelea durante la que Arrieta se golpeó la cabeza contra el lavabo. Ese golpe le habría causado la muerte. Fue después, según ha confesado Sancho, cuando troceó el cuerpo, lo metió en bolsas y lo arrojó en varios contenedores y en el mar.
El 13 de noviembre Daniel Sancho deberá comparecer ante el tribunal de la isla de Samui, donde está preso desde que fue detenido, el pasado 7 de agosto. Allí le comunicarán los cargos de los que se le acusa: asesinato con premeditación, ocultación del cuerpo de la víctima y destrucción de documentación. Sancho tendrá ocasión entonces de pronunciarse sobre esas acusaciones.