Nuestra rutina diaria tiene una serie de actividades relacionadas con la higiene personal. Todos los días nos lavamos las manos en varias ocasiones, los dientes y nos duchamos de manera habitual. Son cosas que tenemos totalmente interiorizadas pero en cambio cuando hablamos de higiene textil nos surgen una serie de dudas sobre la frecuencia a la hora de lavar nuestra ropa, siempre que no tenga alguna mancha, o por ejemplo cada cuánto tiene que pasar por la lavadora la ropa de la cama.

La doctora Lindsay Browning, psicóloga colegiada, neurocientífica y experta en sueño, explica que debemos cambiar las sábanas de nuestra cama una vez a la semana o cada dos semanas como máximo. La higiene es el factor principal, ya que bacterias, ácaros y suciedad pueden acumularse en los tejidos si no se lavan frecuentemente. El sudor es otro motivo importante. «El sudor entra en las sábanas, lo que hace que no solo tengan un olor desagradable, sino que también se obstruyan bastante», explicó la doctora Browning, que también señaló que las células muertas de la piel «pueden acumularse en estas sábanas». Si acumulamos muchas células muertas, los ácaros pueden alimentarse de ellas y provocarnos erupciones en la piel y otras molestias.

Browning asegura de que sin una correcta higienización de tus sábanas, «no solo dormirás con la asquerosidad del sudor y las células muertas de la piel, sino también con los ácaros». Asimismo, aclara que durante los meses de invierno se puede ser un poco más indulgente «pero una vez a la semana sería ideal» para mantener una buena higiene.

De media, en la cama se pasa (o se debería pasar) al menos un tercio del día, puesto que los expertos recomiendan dormir 8 horas de las 24 que tiene un día. Con la esperanza de vida actual, de media se pasa de 20 a 25 años durmiendo. Por ello es muy importante que la cama esté limpia y así poder controlar los ácaros y los microorganismos que podrían instalarse en nuestras sábanas. Unos ácaros que también pueden aparecer de la mano de los pececillos de plata, esos insectos similares a las tijeretas que hay en los hogares por la humedad. Normalmente, las personas que no lavan sus sábanas con frecuencia duermen sistemáticamente con más alérgenos de la cuenta, y eso puede significar un aumento en el riesgo a desarrollar asma o alergia al polvo.

Las personas que no lavan sus sábanas con frecuencia duermen sistemáticamente con más alérgenos de la cuenta. SD


Diferencia entre hombres y mujeres

Una encuesta realizada en Reino Unido a 2.250 adultos y recogida por la BBC, sacó a la luz una preocupante realidad: casi la mitad de los hombres solteros afirmaron no lavar sus sábanas durante cuatro meses seguidos, y 12% admitió que las lava cuando se acuerda, lo que es aún más alarmante. Por otra parte, según este sondeo, las mujeres solteras británicas se toman más en serio la higiene de su ropa de cama: un 62% aseguró lavar las sábanas cada dos semanas, mientras que las parejas confesaron hacerlo cada tres semanas, según datos de una empresa de ropa de cama.