“España acaba de despertar, hijos de puta”, brama un jubilado tras la mascarilla de oxígeno de una ambulancia. De fondo, la algarada de la noche de este lunes ante la sede federal del PSOE, disuelta con porras y gas por la Policía. El vídeo, de solo unos segundos y del digital OK Diario, se ha viralizado en las cámaras de eco ultraderechistas de las redes sociales. Es ya un reclamo movilizador, imagen de marca de la cada vez más airada campaña contra Pedro Sánchez y la amnistía, y lleva camino de consagrarse como el “Que te vote Txapote”.
De la imprecación, convertida en spot, se servía en la mañana de este martes, tras la agitada noche, el activista ultra Luis del Pino, uno de los principales jaleadores de estos escraches. En la red social X hacía una advertencia que lleva implícito todo un canto a la polarización: “España acaba de despertar. Y todo el mundo tendrá que elegir si está con España o con los hijos de puta”.
Y este mensaje inquietante es muestra de lo que tienen detrás las apócrifas concentraciones de miles de personas ante las sedes del PSOE. Este tipo de eventos sigue el modelo de los desórdenes bolsonaristas en Brasil, o los de los chalecos amarillos en Francia, o del trumpismo en Estados Unidos: nadie organiza (supuestamente), nadie se dirige a la Delegación del Gobierno a avisar de que se ocupará la vía pública; como también en ciertas fases del procés, todo lo mueve una nebulosa en las redes sociales y solo después de una semana han comenzado a dar la cara dirigentes políticos.
Convocantes que no convocan
Los canales de Telegram, X, Facebook e Instagram son el medio. Y también el boca a boca turbo de los chats de Whatsapp. No hay un origen, sino decenas, y desde ahí se distribuye en cascada la hora, ya conocida por toda la comunidad: “En Ferraz a las 20”. Nadie se hace responsable: es algo que ha oído y que cuenta…
En el paisaje de repicadores de las convocatorias y eslóganes -”Yo a Ferraz”, “Nos vemos en Ferraz”, “Esta tarde en Ferraz”…- sobresalen figuras famosas de ese mundo. Hay cuatro más destacados: como pionero de las concentraciones ante sedes del PSOE, Javier Negre, promotor de la webTV de propaganda EDATV. Y casi simultáneos el mencionado Luis del Pino, el activista de origen camerunés Bertrand Ndongo -”Dios, patria y familia” es su lema- y, reinando en Telegram, un difusor de filtraciones y teorías de la conspiración, Alvise Pérez, muy seguido en ese sector.
Muestra también intensa actividad en la movilización de los manifestantes un tuitero, Rubén Gisbert, reconvertido en presidente de la Junta Democrática de España. Esa entidad se dio a conocer deslegitimando el proceso electoral del 23J. En sus convocatorias ha contado con el apoyo del famoso coronel Pedro Baños, miembro destacado del cljub de conferenciantes y didactas de postulados estratégicos similares a los rusos durante la actual guerra de Ucrania.
En la agitación participan una diputada y dirigente de Vox en Madrid, Ana Cuartero, y, desde Barcelona, el dirigente municipalista de esa formación, Jordi de la Fuente.
Pero todas estas figuras corren el riesgo de verse eclipsadas por la última incorporación en busca de fama y medallas: Daniel Esteve, líder de Desokupa, que ha anunciado a bomba y platillo en las redes que acudirá a los escraches. Con ello quiere dar cumplimiento, relata, a la petición que le habrían hecho “amigos policías” de “despertar a la nación dormida”.
Enjambre
Aprovechando la edición de un reciente libro, la exportavoz parlamentaria y exdirigente de Vox Macarena Olona, ha señalado al exdiputado del PP en el Parlament de Catalunya y empresario de proyectos audiovisuales -El Toro TV, Intereconomía…- Julio Ariza como diseñador de todo tipo de campañas mediáticas de la formación ultra.
Pero ningún diseño de comunicación funciona sin rodamientos. Una vez emitidos por las cabezas de pelotón, todo tipo de microblogueros relacionados con la llamada altright española -incluso hay una cuenta con ese nombre anglosajón- mueven los avisos, dando la sensación de que se trata de una movilización multitudinaria.
Hay en ese enjambre muchas cuentas con nombre supuesto, de apenas 100 seguidores, o tuiteros descomunales, con acólitos proporcionados por una granja de bots, señalan fuentes de la Seguridad del Estado. En ese aluvión, también cuentas supuestamente filomilitares, o que vienen siendo analizadas como reproductoras de narrativas del Kremlin en España.
En internet parece una muchedumbre; la realidad a las ocho de la tarde en Madrid demuestra luego que no lo es tanto, si bien es verdad que los escraches contra el PSOE y sus casas del pueblo están creciendo en afluencia.
Primera línea
Los antidisturbios de la Policía se lanzaron contra una muy enervada primera línea de la concentración este lunes ante la sede federal del PSOE. Los protagonistas en esa zona del escrache -“de estética ultra”, recoge el atestado de los hechos según fuentes de la Policía Nacional- van evidenciando también qué inflama esta tumoración de la ira de la derecha.
Se ha estrenado en estas protestas Revuelta, la rama juvenil de Vox, si bien antes a su portavoz nacional, César Pintado, se le dio hueco en el atril madrileño de oradores de la manifestación “por la unidad” convocada por Denaes (fundación semilla de Vox) y otras el pasado 29 de octubre.
Revuelta aporta a sus primeros afiliados a las algaradas, pero también hace ondear un banderón recien salido de la imprenta e instala grandes bafles para amenizar el evento con el himno de España.
Sin embargo, en la primera línea más erizada en la noche del lunes empujaban las vallas policiales no tanto las juventudes de Vox como un grupo de falangistas, entre ellos Martín Ynestrillas y varios de los encausados por el ataque a un acto de la librería Blanquerna en septiembre de 2013.
Fuentes policiales refieren también la presencia de activistas de la entidad neofascista y xenófoba Hogar Social Madrid.
Buscando hueco
Otros invitados participan en las concentraciones y en sus convocatorias apócrifas, como la Unión de Brigadas, fundada en el área metropolitana de Barcelona por activistas que salían en 2028 y 2019 de noche a arrancar lazos amarillos en la vía pública.
También una hasta ahora poco conocida Asociación Nacional de Tercios Cívicos, que, con Disenso y otras entidades, forma parte de la órbita del activismo voxista.
Pero no todo es puro asociacionismo político de la nueva ultraderecha española. Están también en la movilización iniciativas de ocupación de plataformas y creación de una esfera cultural calcadas de las que salieron del 15M. Entre las más curiosas, una marca de ropa. Si Podemos tuvo su 189, cuyos polos y cazadoras de estilo chav vestía Pablo Iglesias, este movimiento imita la idea con una marca, Canallita, que fabrica ropa y gorras “para machos sin complejos”, dice su publicidad. En las algaradas contra la amnistía hacen publicidad comercial a la vez que propaganda política: llevan una gran bandera de España con su nombre ocupando toda la franja gualda.
