Se acerca el frío y con él la factura de la calefacción. Quienes disponen en su casa de una caldera conectada a radiadores o una instalación de suelo radiante, sabe perfectamente lo que significa temer el momento de pagar el recibo del gas o si no se dispone de acometida… del llenado del depósito. Es, sin duda, uno de los grandes gastos del invierno y conviene estar preparados para que no se descuadre el presupuesto anual.

Además de saber escoger correctamente la tarifa de gas más adecuada a las dimensiones de nuestro hogar y nuestro bolsillo, lo cierto es que un correcto mantenimiento de la caldera y del sistema de calefacción es esencial para no llevarnos un susto.

¿Por qué es importante el mantenimiento?

Por la sencilla razón que una instalación bien mantenida se calienta antes y permite ahorrar al tener menos tiempo encendida la caldera. Por contra, una caldera que calienta mal y una instalación con problemas necesita mucho más tiempo en funcionamiento para lograr caldear el hogar.

El truco para ahorrar en calefacción: purgar los radiadores L-EMV


El mejor truco para ahorrar en la calefacción

Además de tener a punto la caldera es importante realizar el mantemiento de los radiaciones y de la red de suelo radiante. Este paso lo puede realizar un especialista pero también lo puede realizar el propietario sin necesidad de gastar dinero. El proceso de purgado de los radiadores y del suelo radiante es muy sencillo y solo se trata de abrir los pequeños cebadores instalados a a entrada de los radiadores o bien en las entradas de cada planta del suelo radiante para extraer las pequeñas bolsas de aire que pueden haberse quedado atrapadas en las tuberías.

Este aire impide que el agua caliente circule con facilidad con las conducciones y puede incluso dejar áreas del casa sin calefacción.

¿Cómo purgar los radiadores y el suelo radiante?

Este paso solo hay que hacerlo en aquellas instalaciones en las que no se dispone de cebadores automáticos que permiten la salida del aire a medida que se va a acumulando en la instalación. En el caso de una calefacción de radiadores solo hay que abrir con ayuda de un destornillador o una moneda la llave del cebador y dejar salir el aire hasta que salga agua caliente. En ese momento hay que cerrar la llave y el radiador y esa sección de la calefacción estará purgada.

En el caso de las instalaciones de suelo radiante hay que hacer lo mismo con los cebadores instalados en las acometidas que existen en las diferentes secciones de suelo.

Una vez completada la purga de las tuberías hay que restablecer la presión en el sistema abriendo la llave de llenado desde la caldera hasta recuperar los niveles óptimos indicados en el manómetro de la caldera.