“La proliferación del pez león en el Mediterráneo es una grave amenaza para los ecosistemas de nuestro mar. Por eso es importante hacer todo lo posible para prevenir, inhibir y limitar su presencia”. Con esta seria advertencia, lanzada por el Príncipe Alberto II de Mónaco, comienza la ‘Guía para la gestión del pez león en el Mediterráneo’, elaborada por la Universidad de Plymouth (Reino Unido), en la que se recoge una lista de recomendaciones para permitir que las comunidades y los administradores minimicen el impacto del pez león (Pterois antennata) en el mar Mediterráneo.
Los científicos aseguran que, más allá de los desafíos específicos, la situación provocada en el Mediterráneo por esta especie invasora agresiva, originaria del Océano Índico y que ya ha causado graves daños en los ecosistemas del Caribe, obliga a afrontar “asuntos más amplios, que conciernen al ambiente en su conjunto y llaman a la responsabilidad colectiva”.
El pez león, también conocido como pez escorpión, es “un problema reciente, resultado de la negligencia humana; de un desarrollo preocupante que amenaza zonas enteras de nuestro mar”, ya que consume peces importantes desde el punto de vista ecológico y socioeconómico, apuntan los investigadores.
Comprendidos los riesgos e identificadas las posibles soluciones, los científicos resaltan la necesidad de “actuar con rapidez, y unidos”. Y la conveniencia de aumentar “la concienciación de la ciudadanía y de los agentes económicos, proponiendo patrones de consumo alternativos”.
“Nuestra gestión del pez león será indicativa de nuestra aptitud para hacer frente a las principales amenazas que se ciernen sobre nuestro entorno. Una razón más para tomar medidas y hacer frente a esta amenaza para proteger los ecosistemas del Mediterráneo”, añaden los científicos.
La primera observación, en 2012
El pez león se observó por primera vez en el Mediterráneo en 2012, frente a la costa del Líbano. Desde entonces se registraron avistamientos en el oeste hasta Sicilia y al norte en el mar Adriático, frente a Croacia. Su presencia se va extendiendo imparable.
En el año 2015 se registró una segunda ‘invasión’, debido a la ampliación y profundización del Canal de Suez, lo que propició la propagación de la especie sin apenas obstáculos, debido a la falta de depredadores.
Investigadores del Reino Unido y Chipre alertaron desde el primer momento de que el aumento de la densidad del pez león en el Mediterráneo, combinado con la dieta de la especie tiene “el potencial de provocar una mayor alteración de un entorno marino ya estresado”. Ya ha provocado un drástico descenso de la población de mero y otros peces.
Estos mismos científicos son los que han publicado la Guía, que presenta una serie de recomendaciones a través de las cuales esperan que se puedan gestionar las poblaciones de la especie, cuya picadura es extremadamente dolorosa y puede provocar náuseas y problemas respiratorios.
Entre esos consejos se incluyen los de organizar sacrificios selectivos de ejemplares y, dado que es comestible, crear una cadena de suministro entre pescadores, mercados, empresas y consumidores para hacer de la especie un componente de la industria pesquera de la región mediterránea.
También han reclamado cambios legales para permitir la extracción del pez león en todo el Mediterráneo y que la especie se incluya en la lista de especies invasoras de interés de la Unión Europea (UE).
Las recomendaciones se desarrollaron como parte de ‘RELIONMED’, un proyecto de cuatro años respaldado por el programa LIFE y en el que participan varias organizaciones chipriotas e investigadores marinos de la Universidad de Plymouth.
Un 400% más de ejemplares en dos años
El profesor Jason Hall-Spencer, investigador principal de Plymouth en el proyecto RELIONMED, asegura que la invasión del pez león es “la más rápida jamás registrada en el mar Mediterráneo”.
“Nuestra investigación ha demostrado que solo entre 2018 y 2020, hubo un aumento del 400% en el número de peces león en áreas frente a Chipre donde la pesca estaba restringida dentro de las áreas marinas protegidas”, resalta Hall-Spencer.
Sin embargo, los investigadores también han comprobado que las comunidades afectadas comprenden “tanto la necesidad de actuar como la voluntad de involucrarse”.
No obstante, Hall-Spencer considera “poco probable” que las poblaciones de pez león del Mar Mediterráneo puedan ser erradicadas. De hecho, lo más probable es que ocurra todo lo contrario y se propaguen aún más, debido “a nuestro clima cambiante y al calentamiento del océano”, añade el profesor.
“Solo a través de mejoras en la bioseguridad del Canal de Suez podemos evitar que más y más especies invasoras inunden el Mar Mediterráneo”, advierte Hall-Spencer.
Periklis Kleitou, asistente de investigación del proyecto RELIONMED y autor principal de la guía, agregó que los corredores de hábitat, las barreras naturales y las discontinuidades tienen “poco efecto sobre los organismos marinos”.
Su opinión es que la gestión de especies invasoras requiere “un enfoque transfronterizo y concertado para tener éxito”. Considera que la edición de esta guía es “vital”, ya que comparte “historias exitosas y conocimientos novedosos del proyecto RELIONMED, y permite ampliar los esfuerzos de gestión del pez león en una región más amplia”.
La Guía ha sido respaldada por el Príncipe Alberto II de Mónaco, quien resalta en el prólogo que las soluciones presentadas en ese documento se exponen “de manera muy eficaz, basadas tanto en conocimientos científicos sólidos como en comentarios concluyentes”.
Recomendaciones ‘clave’
El texto incluye un plan de nueve puntos para gestionar la invasión del pez león Las recomendaciones ‘clave’ desarrolladas por los investigadores y publicadas en la Guía para la gestión del pez león en el Mediterráneo son las siguientes:
- Actuar rápidamente contra el pez león para reducir el potencial de impactos ecológicos y socioeconómicos.
- Desarrollar con urgencia oportunidades para que los pescadores comerciales y recreativos capturen peces león.
- Introducir los cambios legales necesarios para permitir la extracción del pez león.
- Crear una cadena de suministro para los productos del pez león.
- Propiciar el interés público con oportunidades para ver, comer y participar en actividades para gestionar el pez león.
- Establecer umbrales para los impactos ambientales, económicos y sociales y evaluar el desempeño de las actividades de gestión.
- Supervisar al pez león en los lugares de vigilancia.
- Poner inmediatamente al pez león en la agenda de cooperación regional: incluirlo en la lista de la UE de especies invasoras de interés.
- Apoyar las medidas de bioseguridad en el Canal de Suez.
‘Guía para la gestión del pez león en el Mediterráneo’: https://www.plymouth.ac.uk/uploads/production/document/path/21/21897/Lionfish_report_RGB_20220309.pdf
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Contacto de la sección Medio Ambiente: [email protected]