La madre de Doruk ha pedido ayuda Yasmin para que por fin el joven se aleje para siempre de Asiye. Sabe que a la joven Yilmaz le gusta su hijo y no quiere desaprovechar la oportunidad para forzar que ambos coincidan en planes y así pasen más tiempo juntos.

Con la excusa de querer ir a cenar con su hijo, ahora que parece que han limado asperezas y vuelven a llevarse algo mejor, Nebahat le dice a Doruk de ir a un restaurante español. Mientras están eligiendo los platos que van a aprobar, el joven Atakul se queda muy sorprendido al ver entrar por la puerta del restaurante a… ¡Yasmin y su madre!

Nebahat, intentando justificarse de por qué no le había dicho nada, le dice a su hijo que las ha invitado porque la otra vez ellas le invitaron al cine y ahora ella quería corresponde de la misma manera.

“Soy muy fan de la cultura española” dice Yasmin y Nebahat le responde que Doruk también y que, por lo menos, han ido diez veces a Barcelona.

Después de la cena, unos bailarines se ponen a bailar flamenco e invitan a Doruk y a Yasmin a bailar con ellos. Ambos salen a la pista de baile mientras se atreven con sus primeros pasos de flamenco al son de la música. ¡Olé!