La jornada pasada estuvo marcada, entre otras cosas, por unas actuaciones arbitrales y del VAR que sacaron de quicio a varios equipos, que incluso han llegado a elevar quejas formales por el trato arbitral, ya no solo de esa jornada, como es el caso del Granada o el Celta de Vigo. Y es que los gallegos empatararon en su último compromiso liguero ante el Sevilla en Balaídos, en un partido en el que se pusieron por delante, pero tras la expulsión de Renato Tapia el conjunto hispalense consiguió poner la igualada en los minutos finales.
Sin embargo, los de Benítez, ya sin Iago Aspas sobre el verde, consiguieron forzar una pena máxima en el descuento que el árbitro de campo señaló. Pero eso no fue suficiente para que desde el VAR, se advirtiese la infracción, y el colegiado terminase anulando el lanzamiento penal. Una situación que desató la ira tanto del público como de la plantilla olívica, que se consideraba ya perjudicada por anteriores decisiones arbitrales.
Una vez finalizado el encuentro, Iago Aspas, que había sido sustituido, en un arrebato de ira pagó su frustración con el monitor del VAR, antes de ser alejado del escenario por un miembro del cuerpo técnico de Benítez. Las imágenes fueron captadas por un aficionado desde la grada, y el colegiado no lo reflejó en el acta, por lo que para que existiese una sanción debía entrar de oficio el Comité de Competición, algo que no ha hecho.
Por lo tanto, el capitán celtiña estará en Mestalla para el duelo correspondiente a la jornada 14 en la que el Celta se enfrenta al Valencia. El delantero se exponía a una sanción de entre 1 y 4 partidos por su acción.
