Hay negocios que hacen pueblo porque son capaces de revitalizar zonas donde la actividad económica es escasa. Y, en este caso, hay fogones y cocineros cuya maestría les ha hecho lograr una fama que traspasa fronteras municipales y consigue llevar el nombre de la localidad en la que se ubican a todos los rincones de Asturias e incluso fuera de ella. Sucede esto en lugares como Villabona, con el restaurante Michem, o en Ferroñes, con Casa Luis. Ambos se han convertido en mecas de la buena mesa hacia las que peregrinan cada fin de semana cientos de personas que visitan estos núcleos con la exclusiva motivación de probar las especialidades que se preparan y dar fe de la reputación que han alcanzado. Son ambos establecimientos responsables del turismo gastronómico que se ha consolidado en estos dos puntos de Llanera.

Callos, cebollas rellenas, fabada y arroz con leche del restaurante Michem. A la derecha, callos de Casa Luis.


En Villabona, localidad de la parroquia de Villardeveyo, viven unos 120 vecinos. Solo cada fin de semana acuden a Michem unas 150 personas. A eso hay que sumar las que suelen pasar por semana, que son otras tantas. La carta y los platos que atraen a más de un centenar de personas cada fin de semana son muchos.

Villabona y Ferroñes, mecas de un turismo gastronómico que se consolida en Llanera


«Nuestros platos más emblemáticos son las cebollas rellenas de bonito, la fabada, el pote asturiano, los callos, el pote de nabos por Santo Antón y hay mucha demanda de arroces durante todo el año. También el chuletón, el cabritu, el cachopo Michem o el cachopo albardado, que es sin rebozar a la plancha con jamón ibérico», explica José María Ramos Delgado, a cargo de un establecimiento que es cosa de familia y que pronto cumplirá 32 años, concretamente, el próximo febrero. Con él trabaja su esposa, Lorena Llaneza Cueva, y antes de jubilarse también estaba María Jesús Delgado, más conocida como «Marujina», madre del actual titular. También fue parte del mismo Miguel Ramos, hermano de José María.

«Mi de Miguel y Chem de Chema hace Michem», el nombre del restaurante, explica José María Ramos, «Chema». Toda la repostería es casera. «Desde el auténtico arroz con leche a la famosísima milhojas de turrón y chocolate», señala. Están muy bien comunicados tanto por carretera como por tren de cercanías desde Oviedo, Gijón o Avilés. «En 15 o 20 minutos estás en el Michem comiendo nuestros manjares», señala.

El local cuenta con una plantilla de años, con una profesionalidad que también es seña de la casa, y María Jesús Delgado, «Marujina», no necesita presentación. Una de las más reconocidas cocineras de Asturias, cuya fabada es legendaria. Su saber hacer fue el comienzo del gran camino hecho hasta hoy por el restaurante Michem. «Con los callos empezó todo», dice ella misma.

Negocios familiares

Los callos son precisamente la especialidad por excelencia de Casa Luis, en Ferroñes, donde la afluencia de comensales es tal que la agenda de reservas se cierra incluso antes de que haya abierto la temporada en la que funciona el restaurante. Se trata también en este caso de un negocio familiar donde la cocina es exquisita y el trato hace sentirse como en casa. Al local llegan cada fin de semana entre 250 y 300 personas. La parroquia no llega a los 200 habitantes.

Casa Luis es un referencia en la preparación de los callos. La fama se ha acumulado a lo largo de décadas y la ha sabido mantener Noelia Elorrieta Rodríguez, tercera generación del restaurante, siempre en manos femeninas. Ella cogió el testigo de su madre, Eutimia Rodríguez Díaz, que a su vez lo había tomado de la abuela, María Luisa Díaz Díaz.

En la carta hay otras posibilidades, todo de casa y con calidad a la vista y al bocado, como el picadillo o el adobo, además de afamados postres también caseros. Casa Luis abre de octubre a abril y cierra el resto del año. El local funciona viernes, sábado y domingo.

Una curiosidad que surge por casualidad al final de la conversación con los dos responsables actuales de Michem y Casa Luis: resulta que José María Ramos y Noelia Elorrieta son familia cercana. María Luisa Díaz, fundadora de Casa Luis, es tía de María Jesús Delgado, «Marujina», creadora de Michem.