A las 17.00 horas de ayer domingo los vecinos de las urbanizaciones de Ador y Vilallonga recibieron la noticia que llevaban esperando desde el pasado jueves por la tarde. La estabilización del incendio, en Valencia, que había puesto en jaque sus viviendas se daba por estabilizado y ellos podían, por fin, regresar a sus hogares.
La notable mejoría de las condiciones meteorológicas desde la madrugada del sábado ha permitido durante todo el fin de semana a los equipos de extensión coordinados por la Generalitat dejar sin llamas la zona de monte y urbanizaciones situadas dentro de un perímetro de más de 60 kilómetros.
El balance final son más de 2.500 hectáreas de monte carbonizadas entre las comarcas de la Safor y la Vall d’Albaida por un fuego que se inició junto al depósito de agua de Montitxelvo y cuyo origen debido al «factor humano» la Guardia Civil sigue investigando.
La Generalitat pudo a primera hora de la tarde de ayer domingo levantar todas las restricciones que había impuesto desde la noche del jueves, que incluía el desalojo de unos 850 vecinos de Castellonet de la Conquesta, Terrateig y las urbanizaciones de la Ermita y Montecorona en Ador y de la Corona en Vilallonga, y el confinamiento en sus casas de Ador, Potries y Font d’En Carrós de más de 2.000 personas.
Colegio cerrado
Por contra, para hoy se mantiene el cierre del CEIP la Murtera, que comparten Ador y Palma de Gandia, para poder «adecuar las instalaciones» ( limpieza, suministro de agua, ahora mismo cortada, y asegurar el suministro de electricidad) tras el cierre obligado por el siniestro el pasado viernes. La dirección del centro y ambos consistorios confían en que el martes los alumnos puedan volver a sus clases.
Por las mismas razones, Ador mantendrá hoy cerrados los espacios públicos de la localidad en espera de una evaluación.
Asimismo, y también gracias a la estabilización del incendio, ayer por la tarde se procedió a desmovilizar a la Unidad Militar de Emergencias (UME), que en los últimos días ha participado en las labores de extinción, según informaron fuentes del Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat.
La consellera de Justicia e Interior, Elisa Núñez, ya había afirmado por mañana que la evolución de este incendio, que este domingo ya no tenía llama tras haber quemado 2.500 hectáreas en un perímetro de 60 kilómetros, era favorable, y si no surgían imprevistos se esperaba darlo por estabilizado en cuestión de horas.
Durante el domingo se sobrevoló con cámara térmica el perímetro del incendio para tomar una decisión respecto a las restricciones que aún quedaban y que finalmente se decidió levantar en la zona, donde continuaron durante toda la jornada trabajando 300 profesionales y medios aéreos para hacer descargas.
Queda ahora evaluar los daños provocados por el incendio. La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, anunció ayer que hoy lunes se reunirá con los alcaldes de los municipios afectados por el incendio, acompañada de técnicos de Protección Civil, para poner en común «toda la información y ayuda» posible, inclusive respecto a la posible declaración de la zona como catastrófica.