El fiscal Kaya está devastado. La mano encontrada pertenece a Pars y todo parece indicar que podría estar muerto.
Por otro lado, la policía detiene de nuevo a Igor, el jefe de la mafia y el padre de Kesic, como principal sospechoso de la desaparición de Pars.
Ilgaz, roto de dolor y lleno de rabia ante las malas noticias sobre su amigo, se enfrenta al jefe de la mafia y le interroga.
“¿Dónde tenéis retenido a Pars?”, le pregunta Ilgaz, nervioso, y amenazándole con que, si no le dice la verdad, le hará la vida imposible, pero entonces se queda helado ante la respuesta del mafioso que le asegura que el mensaje que dejó en la mano de Pars iba en realidad dirigido a él: “Te quiero a ti”.
El criminal le deja claro que su objetivo es él porque desde el principio fue contra él y su negocio y que, por eso, su hijo ahora está muerto. Además, le dice, que también quiere hacerles daño a sus seres queridos y que Pars solo ha sido el primero. “Vete despidiéndote de todos sus seres queridos”. ¿Qué hará ahora el fiscal Kaya?