La despoblación de las zonas rurales es algo que afecta a toda Europa, por eso debemos hablar mucho, intercambiar opiniones, iniciativas, para tratar de mejorar la calidad de vida en los pueblos”. Dominique Faure (Carcassone, 1959), la ministra francesa de Entidades Territoriales y Medio Rural, ha visitado Madrid para conocer con detalle las políticas que se aplican en nuestro país para mejorar las condiciones de las zonas rurales. 

En un descanso de su ajetreada agenda, entre la visita a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), donde ha compartido experiencia con varios alcaldes, entre ellos el de Fuenlabrada, Javier Ayala, y su reunión con la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, atiende a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica. 

P.- Antes de empezar la visita, en una entrevista, se interesó mucho por el sistema descentralizado de España, ¿es ese el objetivo de su visita?

R.- El primer objetivo no es hablar de la descentralización, sino entender la fluidez del funcionamiento a escala territorial, del municipio, la provincia, y la autonomía, y conocer cómo interactúan entre sí. Lo que he visto es muy interesante a nivel de cohesión social. Con la presidenta de la FEMP y los cinco alcaldes, hemos hablado de cómo trabajan con la comunidad autónoma, y cómo trabajan con el Estado en temas importantes, como el desarrollo urbano, la vivienda, la policía… Es una ocasión para poder inspirarnos en su funcionamiento, que es más descentralizado que el nuestro. El presidente Macron nos ha pedido trabajar en la descentralización de la gestión de la vivienda. En España las competencias están transferidas a las comunidades autónomas. Es como si nosotros las transfiriéramos a las regiones […] Aquí se da mucha responsabilidad a los Gobiernos regionales. Nosotros somos más jacobinos en eso. Me interesa mucho este tema y estoy esperando a que el presidente de la República me diga en qué dirección vamos.

P.- En cuanto a la vivienda, en las zonas rurales de España hay una paradoja. Hay pueblos casi deshabitados, pero no hay casas que se alquilen o vendan. ¿Pasa lo mismo en Francia? 

R.- Tenemos exactamente el mismo problema; en nuestros pueblos tenemos muchísimas viviendas vacías. He trabajado muchísimo este tema desde junio del año pasado con la primera ministra y el 15 de junio anuncié un plan que permite a los alcaldes hacerse más rápidamente con estos bienes [casas vacías] para poder reformarlos y poder venderlos o alquilarlos a jovenes, por ejemplo. Para resolverlo, hemos invertido presupuesto en la Prefectura [es la ciudad capital de un departamento] para hacer ingeniería y que todos los pueblos de Francia pueden postularse para disfrutar de ello. Es complicado comprar una casa vacía, y renovarla y revenderla o alquilarla […] En muchos pueblos de mil habitantes de Francia puede llegar a haber 250 casas vacías. Pensé que con el coronavirus íbamos a acoger a muchos jóvenes en las zonas rurales, pero ese flujo no se ha ido ahí sino a ciudades medianas. Se han ido de París, Lyon o Burdeos a ciudades medias, de 20.000-40.000 habitantes, y esas ciudades se han desarrollado mucho. Es algo de lo que nos alegramos, porque reequilibria un poco, pero sí necesitamos darle medios a los alcaldes de pequeños municipios. Pedimos al Prefecto que distribuya esos migrantes por el territorio porque es un vector de repoblación. Hay deseo de los jóvenes por ir a vivir a las zonas rurales pero son coladores térmicos, son casas viejas, y por eso han preferido detenerse en ciudades medias con más servicios. Creo aun así que lo vamos a lograr. He hablado mucho con los ciudadanos, los cargos electos, las asociaciones […]

P.- ¿Este es el proyecto para el que han aumentado el presupuesto de 40 a 100 millones de euros?

R.- Esa es la dotación para el programa de biodiversidad, no es para todas las zonas rurales. Es para aquellos que tienen muchos bosques, terrenos y ríos. Le vamos a pedir a los alcaldes que los mantengan y les damos dinero a cambio para desarrollar bosques que capten el carbono. En paralelo, 4.500 millones de euros es lo que vamos a invertir en las regiones. Un fondo verde para las ciudades y pueblos, que sean actores y protagonistas. Para poder disfrutar de estas medidas tienen que ser energéticamente sostenibles.

P.- En Las Hurdes ha funcionado muy bien un proyecto de reforestación de bosques quemados que ha generado que no haya desempleo, fijando población. 

R.- Esa es la clave. Tienes que crear empleo en el pueblo y también fijar la población, con el bosque. Estos espacios rurales, los ríos, los campos, los tienen que vivir las personas como suyos. Saber que es un bien precioso para ganar calidad de vida. Tenemos que animar a los alcaldes a desarrollar los bosques, son vectores de atracción.  

P.- ¿Tienen algún consejo para España para luchar contra la despoblación?

R.- Yo he venido a España no para decir lo que hacemos bien, sino para escuchar, entender, e inspirarme de las buenas prácticas españolas. Si quieren saber qué queremos hacer en Francia para las zonas rurales por supuesto que se lo voy a decir. El Plan para las zonas rurales, por ejemplo, que tiene muchos ejes, pero yo quiero ir más allá. Quiero entender cómo los pueblos en la montaña, el retrolitoral, donde la zona no es tan turística, cómo se desarrollan, cómo se gestionan. Sé que no hay una receta milagrosa, pero va a ser un diálogo en el que voy a escuchar y voy a atender. Estaremos de acuerdo en que el primer eslabón para fijar la poblacion en el mundo rural es el empleo. En Francia, lo que hacemos es reutilizar antiguas tierras industriales, y les inyectamos dinero para recibir nuevas industrias y tratar de que estas zonas rurales revivan. La despoblación de las zonas rurales es un tema que afecta a toda Europa y debemos hablar mucho; qué haces tú, qué hace el otro. Eso nos ayudará a que todo vaya mejor en la calidad de vida de los pueblos. 

La ministra de Administración Local y Asuntos Rurales de Francia, Dominique Faure,en su encuentron con alcaldes españoles esta semana en la FEMP. EPE


P.- ¿Qué tal ha sido su encuentro en la FEMP?

R.- He apreciado mucho el intercambio con los alcaldes. Yo fui alcaldesa y rara vez un ministro viene a hablar a nivel local. Ha sido un intercambio muy cálido, he visto cosas que me han deslumbrado, como la Mesa de Convivencia de Fuenlabrada. Se trata de una asociación que federa a su vez a varias asociaciones y que ha generado una gran sensación de pertenencia al municipio. Fuenlabrada era un suburbio de Madrid de 7.000 habitantes hace 45 años y ahora tiene 180.000. Ha sabido integrar y absorber mucha población con un método de integración que funciona. Y esto no lo tenemos en Francia. Un colectivo que aúne a asociaciones sociales, culturales, deportivas… de forma transveral y que permite inculcar la fraternidad, el respeto de lo diferente. Ha sido altamente interesante. 

P.- La esperanza de vida en las zonas rurales de Francia ha descendido, ¿a qué cree que es debido? 

R.- Es una tristeza, también he leído este informe. Los habitantes de las zonas rurales me dicen que como el médico está menos cerca, y el especialista médico o el hospital está más lejos, la mortalidad es más alta. Es cierto que, como España, somos un país occidental y queremos que todos los franceses tengan acceso al hospital. Pero no tengo claro que esa sea la razón, tampoco tengo los datos que me permitan saber por qué está ocurriendo esto.  

P.- Tienen una idea de revitalizar las zonas rurales con pequeños tranvías a batería, ¿en qué consiste?

R.- Queremos usar las vías de ferrocarril existentes para que pasen trenes de alta velocidad. Es una voluntad de pedir a las regiones y a la red francesa de trenes que ponga sus carriles y trenes para la gente que vive lejos de las ciudades. Es una invitación a trabajar entre el Estado y el operador ferroviario en un proyecto que tenga sentido en vez de construir vías nuevas. 

P.- Recientemente, viticultores franceses tiraron en la frontera vino a granel que llevaban productores españoles a Francia, ¿qué opinión le merece? 

R.- Es cierto que nuestros viticultores en varios departamentos del sur de Francia, entre los cuales están los Pirineos Occidentales, han tenido una cosecha catástrofica, primero por el mildiu, y luego la sequía. Hemos tenido que prohibir el regadío y la cosecha fue malísima. Los agricutores esperan del Estado francés dinero para compensar la pérdida de la cosecha. Primero me siento muy solidaria con estos vitucultores que están sufriendo porque no van a poder remunerarse correctamente con el trabajo que hacen. Pero estamos trabajando con el ministro de Agricultura para conceder préstamos y acompañarles con subvenciones. Los viticultores quieren un compromiso con el Estado ya y ellos saben que se les va a escuchar. Pero la responsabilidad se ha perdido con los actos de violencia. Y volcar camiones en una carretera y ser violentos no es ser responsable. Francia y Europa acompañan a esos viticultores, y no son comportamientos que defienda. Estos actos no van a conseguir acelerar nada. Es con diálogo con lo que se solucionan las cosas.

P.- ¿Va a haber un acuerdo para el transporte de hidrógeno verde de España por el hidroducto H2Med?

R.- No entiendo lo de hidrógeno verde de España. Para fabricar hidrógeno verde necesitas la electrolisis, para sacar las moléculas de hidrógeno. Para hidrolizar el agua necesitas energía. Y lo que llamamos el hidrógeno verde es cuando hidrolizas el agua para extraer hidrógeno verde con una energía renovable. En Francia nosotros decimos que fabricamos mucho hidrógeno, pero el nuestro es amarillo. Se fabrica con electricidad nuclear, descarbonizada. Consideramos que esta energía descarbonizada es muy virtuosa. La diferencia entre hidrógeno verde español, que no sé por que es verde, si no hay metanizadores en España para fabricar energía renovable… Hay eólicas, solares, pero se necesita un nivel de energía muy grande para hidrolizar el agua y luego tener el hidrógeno. Yo creo que podemos trabajar juntos, nosotros con nuestra nuclear, vosotros con vuestro hidrógeno verde, y haremos este traslado. Si producís hidrógeno verde en gran volumen lo trasladaremos hasta Marsella. Hay sitio para todos. Tanto para el nuestro como el vuestro. 

P.- ¿La conexión ferroviaria de alta veliocidad España-Francia será posible en los próximos años?

R.- Hablo de memoria, pero creo que es en 2040 cuando vamos a ver el tren de gran velocidad de Montpelier a Perpignan, en la frontera española. Es lo único que sé.