El petróleo ha cerrado este lunes con subidas cercanas al 0,5%, aunque llegaron a rozar el 2%, después de las caídas de la semana pasada y después de que Arabia Saudí y Rusia hayan ratificado este fin de semana los recortes de producción hasta finales de año. El barril Brent ha ganado un 0,37%, hasta 85,20 dólares, y el WTI, un 0,41%, hasta 80,84 dólares.
Los principales exportadores, Arabia Saudí y Rusia, dijeron este domingo que mantendrán los recortes voluntarios de producción de petróleo hasta finales de año, lo que hará que la oferta de crudo permanezca presionada. Arabia Saudí confirmó que continuará con su recorte voluntario adicional de 1 millón de barriles diarios (bpd), lo que se traduce en una producción de alrededor de 9 millones de bpd para diciembre. Tras la declaración saudí, Moscú también anunció que mantendrá su recorte voluntario adicional de 300.000 bpd de sus exportaciones de crudo y productos petrolíferos hasta finales de diciembre.
Con todo, los precios del petróleo están muy alejados de los máximos de septiembre, cuando el crudo Brent cotizaba cerca de los 98 dólares por barril. La semana pasada, el ‘oro negro’ no participó la euforia generalizada del mercado y se mantuvo presionado.
«Hay un niño en esa sala de fiestas que está menos alegre que los demás y es el petróleo»
«En resumen, los bonos suben, los rendimientos bajan, la renta variable sube, el dólar baja y las principales divisas suben como resultado de un repunte generalizado del mercado de bonos estadounidense. Pero curiosamente, hay un niño en esa sala de fiestas que está menos alegre que los demás y es el petróleo», escribe Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank, al resumir lo ocurrido durante las pasadas sesiones.
Añade esta experta que la Agencia Internacional de Energía (IEA) aún cree que un conflicto más amplio en Oriente Medio podría llevar a Arabia Saudí a revisar sus planes de producción, pero los economistas de ‘Bloomberg’ sostienen que Arabia Saudí podría necesitar que los precios del petróleo suban a 100 dólares por barril para financiar proyectos costosos, incluida la ciudad futurista de Neom y la compra de futbolistas y golfistas de alto perfil.
«Si eso significa que el mundo debe sufrir una crisis energética más profunda, alta inflación y pobreza, ¡que así sea! Pero, aunque los saudíes pondrán toda su fuerza para mantener los precios del petróleo por encima de los 80 dólares por barril y en aumento (y decir que extenderán las restricciones de producción hasta el próximo año debería ser suficiente para doblegar a los bajistas), el pesimismo en el panorama económico y los débiles datos de manufacturas en todo el mundo probablemente limitarán las ganancias antes de acercarnos a ese ansiado nivel de 100 dólares por barril«, afirma Ozkardeskaya.
Craig Erlam, analista senior de mercado en OANDA, destaca que «las expectativas económicas más débiles han pesado sobre los precios del crudo recientemente, lo que ha contribuido a que los precios alcancen sus máximos y, posiblemente, justificó una vez más las posiciones de los países de la OPEP+ en el recorte de la oferta».
Además, asegura que, de cara al futuro, «no se trata de si los dos países cumplen los objetivos de fin de año, sino de si los amplían».
Además, David Morrison, estratega senior de GFT Markets, comenta que «a pesar de la creciente intensidad de la violencia en Gaza e Israel, no ha habido indicios de que el conflicto se esté extendiendo a zonas donde el suministro podría verse afectado. Los comerciantes siguen preocupados por las perspectivas de la demanda, dados los crecientes riesgos de una desaceleración económica mundial».