Imanol Alguacil compareció tarde y con un enfado impresionante. Pocas veces salió así de un encuentro. Los gestos al andar y llevarse las manos a la cara antes de responder la primera pregunta ya avanzaban cuál podía ser su discurso, pero aún así sorprendió la dureza con la que habló y el poco valor que le dio al juego del equipo, contrastando con lo que hace en otras ocasiones.
Fue tajante sobre cómo se sentía. “Orgulloso no, porque no es la primera vez que nos pasa algo así. Estos partidos hay que ganarlos. Ya no me vale lo de que sólo falte acierto o que jugamos muy bien. Cansa ya que todos los entrenadores hablen bien de nuestro juego, que sobre todo lo hacen cuando perdemos. Jugamos así, arriesgamos así, generamos así para ganar. Y si no eres capaz, al menos no pierdas encajando tan fácil”, comentó con una cara de mala leche importante.
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— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) November 4, 2023
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De hecho, Imanol reconoció que este era el partido que mayor enfado le ha provocado como entrenador de la Real, junto al de Roma. “El aficionado tiene que estar contento y orgulloso de cómo hemos jugado, pero yo como entrenador muy enfadado. Hay que ganar cuando haces un partido así. Hemos generado mucho para ganar y sentenciar, por mucho que esté el Barcelona delante. Hago una autocrítica enorme como entrenador, y la plantilla como equipo también. Hoy, otra vez, lo mejor y lo peor lo hemos hecho nosotros”, describió.
Por lo que dijo el oriotarra, su sensación es compartida por el vestuario. “El equipo está enfadado y así debe estar”. Sin embargo, afirmó que esto no afectaría ni significaría nada para ellos. “No significa nada porque el equipo es muy maduro y sabe qué hace bien y qué mal. Ante el Benfica intentaremos jugar de nuevo así pero ya os dije que quiero jugar así pero para ganar. No podemos seguir consolándonos con lo que les hemos hecho o lo que no les hemos dejado hacer. Si luego no ganas no vale de nada”, añadió.
Un poco de todo
Imanol opinó que no fue cuestión de físico ni tampoco del tramo final. “Creo que no hemos bajado el pistón, estábamos muy pero que muy bien, no ha sido el tema físico. Y no ha sido los últimos 10 minutos, es todo. No puedes encajar cuando son momentos tan puntuales como han sido. Ya lo he hablado en el vestuario”, dijo.
Tampoco quiso entrar en detalles en qué fue lo que falló para no sentenciar. “Es un poco de todo. Algunas veces habrá sido ejecución, otras el ‘timing’, otras la ocupación de espacios. No es una cosa u otra, es un poco todo”. Quiso dejar claro, eso sí, que el trabajo en su equipo «no se negocia” y que casi siempre trabajan como esta vez. “Entiendo que se han dejado todo por defender la camiseta, hemos jugado un gran partido, pero…”, concluyó.
