Podemos culmina este sábado 4 de noviembre su nueva hoja de ruta con una conferencia política. Esta especie de refundación para adaptarse a la situación actual de la formación tras el 23J y el pacto con Sumar, que viene a actualizar el resultado de la 4ª Asamblea Ciudadana de la formación, encaminada a crear un proyecto con Yolanda Díaz.
Dos meses después del proceso para definir la «voz propia» que reclaman a Díaz, Podemos anunciará el resultado de la votación de la militancia tras incluir más de un millar de enmiendas. «La gente de Podemos tenemos una enorme responsabilidad. La responsabilidad de cuidar nuestra forma de hacer política, en equipo; porque las cosas importantes nunca se consiguen dejando caer a quien se pone en primera línea y, sobre todo, se consiguen siempre juntas, en común», indicaba el partido explicando el denominado como «proceso de reflexión y debate colectivo».
De aquellos polvos estos lodos. Tras medir el pulso de la militancia y reactivarla con numerosas asambleas a lo largo y ancho del territorio nacional con presencia de la dirección del partido, los inscritos presentan un documento más duro contra Díaz, blindan a Montero y endurecen la prohibición de la doble militancia. De hecho, la cifra de participación, siempre teniendo en cuenta que es telemática y con una ventana de votación muy corta, servirá para saber cómo está la situación en las bases de Podemos.
Pese a que había quien sembraba dudas sobre Belarra e incluso se deslizaba un cambio de liderazgo hacia Irene Montero, el acto de este sábado servirá para reafirmar el liderazgo de ambas. «Las asambleas han tenido más contenido de políticas que de lo orgánico. Todo el mundo transmitía que Podemos tiene que ser una voz propia, con autonomía y que llegue a acuerdos con fuerzas hermanas del espectro ideológico que sean justas para el partido y se mostraban satisfechos con la situación actual, pero se centraban más en las políticas que teníamos que poner en marcha», explican fuentes de Podemos.
Una cuestión que no desaprovechan en el documento político y que ha incorporado numerosas enmiendas de los inscritos que añaden numerosas cuestiones acerca de trabajo, juventud, vivienda o cambio climático. Unas cuestiones que comparten con Sumar y que se adelantan como han hecho las fuerzas políticas de la coalición y que aleja aún más la imagen del «frente amplio» que Díaz quiere hacer con Movimiento Sumar ya que se ha retrasado el nacimiento del partido. Iba a ser después de verano, posteriormente a la formación del Gobierno y ahora todo apunta hacia enero. «El Gobierno va a ser un polvorín y como Sumar siga con mano dura con el núcleo de Yolanda menospreciando al resto, Belarra puede salir reforzada«, apuntaban hace un mes en las filas moradas.
Así, la formación va someter a votación que «Podemos siempre redoblará su compromiso, primero, para hacer cumplir los acuerdos alcanzados y, segundo, para llevar lo más lejos y lo más rápido posible las transformaciones» exigiendo que «para apoyar o formar parte de cualquier gobierno de coalición en el futuro debe incorporarse una parte sustancial del programa de Podemos«. Por ello, insisten, los votos de Podemos «se deben negociar y nunca se regalan, y plantearán propuestas más allá de sus responsabilidades de gobierno concretas». Es por ello que Podemos ultima una consulta a su militancia para preguntar si apoya o no a Pedro Sánchez y que se hará pública una vez que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, fije una fecha para la investidura en los próximos días y que, previsiblemente se celebrará el próximo miércoles y jueves.
También los inscritos vetan en sus aportaciones la integración con Sumar. «En ningún caso se disolverá en otro partido», indica la hoja de ruta con modificaciones que prohíbe la doble militancia. Una cuestión que afecta a personas como Nacho Álvarez, hasta ahora ‘número dos’ de Belarra en el Ministerio de Asuntos Sociales y que, en la práctica, está integrado dentro de Sumar. De hecho, el documento presentado por la dirección de Podemos indicaba que se «prohíbe la doble militancia» dejando la puerta abierta a alguna excepción. Ahora, los inscritos vetan esa idea añadiendo que «en ningún caso» se podrá realizar.
Las alianzas con otras formaciones políticas, indican, «se trabajarán y articularán con el objetivo de maximizar nuestra capacidad de cambio desde las instituciones y siempre desde el respeto mutuo a la autonomía de las distintas fuerzas políticas y con la celebración de primarias abiertas».
También matizan que las coaliciones serán siempre que sean útiles, convenientes y eficaces desde el punto de vista político y electoral, se respete la autonomía de Podemos y haya listas abiertas en unas primarias sin vetos.
Otro de los puntos añadidos al documento político es el blindaje total a Irene Montero. Continuando con la propuesta inicial señalando la labor de Irene Montero en el Ministerio de Igualdad, los militantes han añadido que es «evidente» que la ministra en funciones es «un claro referente de Podemos que debe seguir teniendo visibilidad».
Además, se especifica que es «fundamental» en el desarrollo de la actividad política del partido junto a Ione Belarra.
Reponerse de un batacazo electoral
Precisamente el batacazo del 28-M que dejó sin escaño a perfiles como Jacinto que han vuelto al ámbito privado, supuso un varapalo a las cuentas del partido. Solo en Madrid, Podemos tiene que hacer frente a medio millón de euros. Al no llegar al 5% que exige la ley electoral para obtener representación no perciben por completo la subvención electoral y se complica su paso de devolver los microcréditos. Por poner un ejemplo, solo en las elecciones municipales cada partido recibe 270,90 euros por cada concejal electo y 0,54 euros por cada uno de los votos conseguidos por cada candidatura si se tiene representación.
Una situación complicada que se ha traducido en un ERE. En agosto, Podemos remitía un escrito a los trabajadores afectados, explicando que es necesario realizar una «profunda reorganización en todos los ámbitos» para poder así adecuarse «al descenso de recursos» tras los resultados en las elecciones autonómicas, municipales y generales. De hecho, señalan como principales motivos al «descenso de diputados» y a «la desaparición, total o parcial de ingresos» en hasta nueve territorios. Un «nuevo escenario», reconocen, que necesita de importantes reajustes para mantener el «firme objetivo de asegurar la acción política de Podemos y garantizar el avance de las políticas transformadoras».
De esta forma, los despidos se han realizado en Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla La Mancha, Madrid, Comunidad Valenciana y Galicia, donde se preveía «la extinción de los contratos y el cierre de los centros de trabajo», según hacía saber el partido de Ione Belarra a los trabajadores.
No solo en los territorios ha habido recortes. La oleada de despidos ha afectado también a los trabajadores a nivel estatal, reduciendo aproximadamente el 10% de la plantilla, el umbral mínimo por el que es obligatorio iniciar un procedimiento laboral como el del ERE.
De los 106 trabajadores afectados, se ha dado por hecho la salida de al menos 45 procedentes de los territorios. La previsión de Podemos era despedir a todos los empleados de las nueve federaciones afectadas: 5 en Aragón, 7 en Asturias, 8 en Baleares, 6 en Canarias, 4 en Castilla-La Mancha, 1 en Cantabria, 3 en Galicia, 4 en la Comunidad de Madrid y 7 en la Comunidad Valenciana.