Las pinzas son uno de los útiles más necesarios si hablamos de ahorrar largos ratos de planchado. Se trata de elemento que, por muy poco dinero, puede marcar un antes y un después en las rutinas de limpieza y orden del hogar. Seguramente nunca hayas mirado más allá de sus funciones de sujeción y, como mucho, las hayas usado para cerrar un paquete de arroz abierto.
Sin embargo, su uso no siempre será beneficioso a la hora de tender la ropa. En este proceso de lavado y secado de nuestras prendas es fundamental contar con paciencia y regirnos por una serie de métodos que nos ayudarán a conseguir un resultado impecable. Ten en cuenta que, cuanto mejor hagas cada uno de los pasos previos, menos tiempo deberás dedicar a pasar la plancha.
Una cama perfecta
Atención, porque la ropa no es la única que reclama un alisado perfecto para lucir mucho más. Nuestra habitación es un espacio sagrado para el descanso al que cada persona le aportará sus detalles para sentirse más cómoda. Hay que tener en cuenta que, cuanto menos objetos tengas molestando por cualquier parte, la sensación de comodidad incrementará notablemente en este espacio.
Una de las cosas que más comodidad generan es sin duda alguna una cama limpia, despejada y lisa. Al fin y al cabo, se trata de uno de los elementos que más ocupan espacio en la habitación y, por lo tanto, atrae todas las miradas con mucha más facilidad.
Con la llegada del frío, el nórdico se convierte en un artículo indispensable para mantener a ralla el frío. Aunque hacer la cama con este elemento parezca bastante más fácil, la parte más compleja llega a la hora de meterlo dentro de la funda nórdica. Esta tarea puede volverse bastante desquiciante si debes llevarla a cabo de manera autónoma, así que cualquier consejo para prevenir las vueltas de más podrá servirte de gran ayuda.
En este momento entra en juego el método de las pinzas. Para llevarlo a cabo, tan solo necesitarás acercarte al cajón de las pinzas de la colada para echar mano de unas cuantas. En primer lugar, coloca el nórdico por encima de la funda con la abertura mirando hacia el cabecero. Después, estira el edredón y une las esquinas fijándolas con las pinzas a través de dicha abertura. En seguida comprobarás que todo el proceso de unión está hecho y que tendrás la cama hecha en un santiamén.
Las noches frías son garantes en muchas ocasiones de un buen resfriado si no contamos con la cautela suficiente. Es fundamental que, a la hora de hacer la cama, nos aseguremos de plegar bien todas las capas para aislarnos por completo y que no se cuele ni una brisa. En este caso, existen muchos métodos para hacer la cama correctamente sin que quede una sola abertura.
También la manera en la que colocamos cada capa sobre la cama marcará un antes y un después. Asegúrate de que antes de nada, tu habitación se haya ventilado durante unos quince o veinte minutos y después estires bien cada una de las partes.
Eso sí, si quieres ahorrarte los líos de las pinzas para colocar el edredón, basta con que coloques el relleno paralelamente a las esquinas y lo coloques sobre la funda nórdica del revés de tal forma que coincidan las puntas.