El secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths, ha reiterado este viernes la importancia de las pausas humanitarias para poder atender las «inmensas necesidades» de la población gazatí y ha lamentado que los resultados obtenidos en las negociaciones «no son suficientes».
«Las negociaciones deben continuar pero no son suficientes. Debemos tener esas pausas», ha demandado Griffiths en relación al tan debatido alto el fuego humanitario. «Si no hacemos pausas, no podremos satisfacer las necesidades del pueblo de Gaza y de los israelíes también atrapados en esas zonas de conflicto», ha asegurado.
Las negociaciones, ha matizado jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, «por detalladas e importantes que sean, no dan resultado. No estamos a la altura del progreso hacia la desolación, que es la historia de Gaza estos días». En este sentido, ha incidido nuevamente en la obligación de respetar el Derecho Humanitario, lo que pasa por proteger civiles e infraestructuras civiles –incluidos los trabajadores humanitarios y sus instalaciones– y liberar sin condiciones de todos los rehenes, así como por permitir la entrada de suministros esenciales en Gaza, como el combustible y la ayuda humanitaria.
«Los civiles siguen teniendo derecho a protección ya sea que se queden o se muden , y tienen derecho a elegir. Y quien no evacue no debe considerarse automáticamente que apoya al adversario o al objetivo de un ataque», ha insistido.
Griffiths ha condenado que «lo que hemos visto durante los últimos 26 días en Israel y en los territorios palestinos ocupados es nada menos que una plaga para nuestra conciencia colectiva» ya que «todos estamos involucrados de alguna manera en esto».
«Se necesita mucho más»
Otros altos funcionarios de la ONU han coincidido este viernes en una sesión informativa celebrada en Nueva York en que, si bien las negociaciones políticas para llevar ayuda a Gaza han dado resultados, «se necesita mucho más, incluidos altos al fuego humanitarios v
Hasta ahora, 329 camiones han entrado en Gaza a través del paso de Rafá para proporcionar ayuda, según un comunicado de Naciones Unidas en el que se especifica que, ya antes del conflicto, se necesitaba un promedio de 500 camiones.
En esta línea, la coordinadora humanitaria de la ONU en Oriente Próximo, Lynn Hastings, había apuntado ya que «el acceso a los alimentos es cada vez más una preocupación» y que «la gente está desafiando los ataques aéreos para hacer fila frente a las panaderías para obtener pan, algunas de las cuales ya han sido cerradas por falta de combustible».
En esta situación, ha hecho hincapié en la necesidad de acelerar el ritmo en la entrega de las ayudas, subrayando que un alto el fuego humanitario no solo «aliviaría el sufrimiento humano épico» que se está viviendo en Gaza, sino que haría que «el acceso humanitario fuera más fácil y seguro».
Por su parte, el director de Asuntos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA), Thomas White, ha criticado que «la realidad» es que «ni siquiera» pueden brindar a la población civil de Gaza «seguridad bajo una bandera de la ONU» y, haciéndose eco de las palabras de Hastings, ha recalcado que «la ayuda humanitaria no es la única solución, ya que el sector público y privado en Gaza también debe poder funcionar».
«Necesitamos suministros humanitarios regulares y sostenidos y acceso junto con el sector público y privado», ha sentenciado, añadiendo que quieren un alto el fuego «ahora».
Problemas más allá de Gaza
Este mismo viernes, comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, ha augurado que esta organismo «pronto no podrá operar a menos que se tomen medidas decisivas ahora». Asimismo, ha alertado de que «el hambre, la desesperación y el sentimiento de abandono en Gaza se están convirtiendo en ira contra la comunidad internacional, lo que podría verse reflejado en «problemas que se avecinan mucho más allá de las fronteras de la Franja de Gaza».
A este respecto, Lazzarini ha demandado un acuerdo inmediato sobre medidas urgentes, que comiencen por el cumplimiento estricto del Derecho Internacional Humanitario y que incluyan un alto el fuego humanitario inmediato y un flujo continuo y seguro de ayuda, tal y como han pedido también otras agencias de Naciones Unidas.
«Ahora más que nunca, insto encarecidamente a los Estados miembros a que den un paso al frente, sean audaces y encuentren soluciones concretas para garantizar que una UNRWA estable y predecible siga siendo el mayor activo de la comunidad internacional en la región», ha resumido para hacer hincapié después en la falta de financiación crónica de la agencia y en la necesidad de contar con los recursos financieros adecuados.
La próxima semana, los trabajadores humanitarios emitirán un llamamiento urgente actualizado para el territorio palestino ocupado. Calculan que se necesitarán 1.200 millones de dólares para satisfacer las necesidades de toda la población de Gaza y de 500.000 personas en Cisjordania hasta fin de año.