Pedro Sánchez logra el aval de la militancia socialista a sus pactos con Sumar y los partidos soberanistas para formar gobierno. El 87% de los sufragios han sido afirmativos en la consulta interna, obligatoria y vinculante, a la pregunta de si “¿Apoyas el acuerdo para formar un gobierno con Sumar y lograr el apoyo de otras formaciones políticas para alcanzar la mayoría necesaria?”. En la consulta han votado el 63,4% de los militantes. El 11,93 % ha votado en contra. Los 172.600 militantes con derecho a voto, incluyendo tanto los del PSOE como los del PSC y sus respectivas organizaciones juveniles, pudieron votar de forma telemática desde el pasado lunes hasta el viernes y presencialmente en sus agrupaciones durante la jornada de este sábado.
En lo que respecta a la militancia del PSC, el sí ha ganado con un 85,4% y la participación ha sido del 61,6% (7.909 afiliados). El 12,2% se ha mostrado en contra, el 2,4% ha votado en blanco y 0,2% nulo.
Los militantes socialistas han podido acudir a las urnas conociendo el texto del acuerdo con ERC y la pretensión de su partido de cerrar un pacto con Junts sobre una ley de amnistía. Ya el pasado sábado, cuando se activó la consulta, el secretario general de los socialistas y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, aseguró en su intervención en el Comité Federal que “en el nombre de España, en el interés de España, en defensa de la convivencia entre españoles, defiendo hoy la amnistía en Cataluña por los hechos acaecidos en la década pasada”. La mayoría de dirigentes socialistas acudieron este sábado a votar en sus respectivas agrupaciones, mientras que Sánchez lo hizo de forma telemática la mañana del viernes.
Hace cuatro años, el aval de la militancia del PSOE al acuerdo de coalición con Unidas Podemos, previo a la investidura, fue del 92% y la participación superó el 63%. Entonces se emitieron un total de 103.718 votos. Al contrario que en 2019, en esta ocasión los socialistas no han preguntado solo sobre el apoyo o no al acuerdo de coalición, sino también sobre el del resto de formaciones políticas necesarias para sacar adelante la investidura. Con todo, la polémica ley de amnistía no se ha incluido directamente en la pregunta.
La vieja guardia del partido, encabezada por el expresidente Felipe González, y el presidente socialista de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, son las principales voces críticas dentro de la organización con la ley de amnistía y la negociación con los independentistas. El resto de federaciones cerraron filas en torno al secretario general en la última reunión del máximo órgano del partido entre congresos. La prioridad entre todos ellos pasa por formar gobierno y en Ferraz comparan el coste de acordar una ley de amnistía con el de los indultos a los dirigentes encarcelados por el ‘procés’.
Sánchez había reclamado a la militancia su aval con el argumento de situarse “a la altura de esta responsabilidad histórica”. A través de una carta enviada a los afiliados, el presidente del Ejecutivo en funciones se refería a “una responsabilidad que, como en tantas ocasiones en el pasado, nos toca encabezar desde nuestro partido». Ante las dudas por el riesgo de esta operación, concluía que tiene «la certeza de que el tiempo nos dará la razón». No solo eso, pues insistía en que «ahora Cataluña está lista para el reencuentro total, como acredita el hecho de que más del 80% la sociedad catalana pida seguir avanzando en esta vía».
El acuerdo con Junts sigue sin cerrarse para desbloquear la investidura, tras atascarse en aspectos del articulado de la ley de amnistía relacionados con su alcance. Pese a todo, los interlocutores son optimistas y el deseo de los socialistas pasa por alcanzar un pacto cuanto antes, después de encajar la pieza de ERC. Desde el PSOE se ha despejado la presión de los plazos y se evita ahora hablar de fecha de investidura, tras alentar la posibilidad de la próxima semana. La única fecha límite es la del 27 de noviembre, cuando se disolverían automáticamente las Cortes si antes no se forma gobierno.