Oriol Paulí y Jabari Parker lideran la fiesta culé en el duelo de los Hernangómez

Era un duelo extraño por la acumulación de bajas que presentaban los dos equipos en la dirección de juego. Los visitantes llegaban sin su ‘cerebro’ Kostas Sloukas ni el argentino Luca Vildoza, mientras que el recién fichado estadounidense Kendrick Nunn podría debutar la próxima jornada. En el bando local Nico Laprovittola no se ha recuperado aún de sus problemas de aductores y a última hora se anunció también que Rokas Jokubaitis no jugaría por molestias en la zona izquierda de la cadera.

Con esas premisas, tanto Tomas Satoransky como Jerian Grant parecían condenados a acumular minutos y fueron titulares en un gran inicio de Jan Vesely para un cuadro local que tomó su primera renta notable tras un triple de Nikola Kalinic (min. 4:35). Ahí se sentó el base checo y ocupó su lugar un desacertado Darío Brizuela (-5 al descanso) y los visitantes reaccionaron a lomos de Grant y con un triple del exverdinegro Kyle Guy (15-14, min. 6:46).

Los minutos finales del primer cuarto estuvieron marcador por la igualdad (21-20), pero para entonces ya había anotado su primera canasta un Oriol Paulí que había jugado de base en algunas etapas de su era en el Dreamland Gran Canaria y que fue el elegido por Roger Grimau para dar descanso a ‘Sato’ y ante el desacierto de la ‘Mamba’.

El canterano azulgrana debutaba esta temporada en la Euroliga y supo conducir su vehemencia y sus ganas para liderar al equipo con un triple, un 2+1 y una canasta tras rebote ofensivo. 10 puntos en apenas seis minutos en pista. El catalán fue la clave en un Barça que de inmediato se encontró con ocho puntos de renta (33-25, min. 14:33).

Paulí se fue al banquillo y lo relevó de manera espectacular Jabari Parker. El estadounidense pasó de un papel secundario en los escasos minutos que había disputado a echarse el equipo a sus espaldas con tres extraordinarias canastas consecutivas, entra ella un ‘coast to coast’ vertiginoso y una penetración a aro pasado (39-28, min. 17:21).

Antes del descanso, vergonzosa técnica a un indignado Roger Grimau por una protesta casi invisible (salvo que fuese por reiteración) que le hizo montar en cólera. Tan filo hilaron los colegiados que le perdonaron el ‘rebote’ que se cogió. Al descanso, 45-33 para un Barça notable en defensa y pese a su 2/10 en triples.

No vacilaron los azulgranas en la reanudación pese a que el PAO parecía más de celebración por su victoria del lunes ante Olympiacos (había perdido 18 de los últimos 20 ‘clásicos’ helenos). Sendos triples de Satoransky y de Kalinic dispararon al Barça hasta los 20 puntos de diferencia y el partido parecía cada vez más decidido (61-41, min. 26:34).

La inteligencia y las ganas de Kalinic en el rebote ofensivo más una última aparición de Paulí dejaron el marcador en un sonoro 71-47 a 10 minutos del final. Solo faltaba por ver si Roger Grimau se animaría a dar la alternativa al italiano Dame Sarr, una de las perlas de la cantera con 17 años cumplidos el pasado mes de junio.

La valoración de 90-31 y la diferencia abismal en el rebote (34-17) hablaban por sí solas mientras los árbitros señalaron unos dobles a Paulí fruto solo de sus ganas de ser protagonistas. La diferencia llegó a ser de 26 puntos tras una buena canasta de Brizuela (75-49 a 7:51 del final), pero empezó a descender hasta el 75-61 con 3:27 por delante tras un 0-12.

Tres puntos de James Nnaji relajaron el partido e incluso tuvo 82 segundos Dame Sarr después de ser el más joven en debutar con el Barça en la Liga Endesa. Ni siquiera pudo tirar el transalpino y al final el resultado fue de tan solo 80-72, una diferencia que no refleja lo que se vio en el Palau. El Barça no jugó prácticamente en el último cuarto.