Justo cuando Junts ha enfriado las expectativas de un pacto inminente para la investidura de Pedro Sánchez y ha cargado contra el que han sellado el PSOE y ERC, también la ANC ha dicho la suya para desdeñar el acuerdo entre socialistas y republicanos. La entidad considera que se trata de una alianza que supone un «retroceso» para el independentismo y que responde a una «sumisión al Estado», por lo que en un hilo en la red social X -antes Twitter- pide tanto a ERC como a Junts que se centren en la mayoría que tienen en el Parlament para «descongelar» la Declaración Unilateral de Independencia. La entidad independentista está a la espera de qué pasa con la investidura para votar si concurre con una lista propia en las próximas elecciones catalanas.
Como punto de partida de su crítica, consideran que el título de la ley de amnistía, que presuntamente incluye una referencia a la «normalización institucional, política y social en Cataluña», solo se puede cumplir si el Estado reconoce el derecho a la autodeterminación. Pese a que reconocen que la amnistía será «positiva para una gran cantidad de represaliados», apostillan que no está claro que beneficie a todos, además de señalar que se exculpen a los policías encausados por lesiones durante la jornada del 1-O.
La ANC también considera que la mesa de diálogo ha «fracasado estrepitosamente» en los últimos años y que, por lo tanto, no tiene «credibilidad» la continuidad pactada entre el PSOE y ERC. «Todo indica que es una nueva tomadura de pelo que no llegará a ninguna parte», espeta. En la línea de abrir en canal todo lo acordado por el partido que preside Oriol Junqueras, lamentan que la condonación del 20% de la deuda del FLA sea un «nuevo café para todos» porque se hará extensivo a otras autonomías y que el traspaso de Rodalies se ponga en manos de una empresa mixta Estado-Generalitat en la que el Gobierno «podrá vetar las decisiones estratégicas». Sobre el papel, estará participada de forma «mayoritaria» por la administración catalana, que designará la presidencia, pero las votaciones que se consideren «estratégicas» requerirán de mayoría calificada.
Para la entidad que preside Dolors Feliu, se trata de una alianza que supone una «renuncia a la unilateralidad» por parte de un independentismo que, subraya, ni se coordina cuando es decisivo en Madrid ni tampoco cuando tiene mayoría en el Parlament.