El plan de Pedro Sánchez se ve truncado por la decisión de Junts de enfriar, de momento, el acuerdo para la investidura. El presidente del Gobierno en funciones queda condicionado por la voluntad de Carles Puigdemont. El expresidente de la Generalitat y líder de JxCat ha defendido esta noche la necesidad de mantener sus precauciones al negociar con el PSOE y rechaza cambiar esta posición «por más prisas que tengan algunos». Oriol Junqueras ha pedido «máxima responsabilidad» al prófugo: «Querríamos pensar que todos los espacios políticos ayudarán a que esto vaya bien».

La reunión de la cúpula de JxCat en Bruselas, encabezada por Puigdemont, ha terminado esta tarde sin que por ahora se haya alcanzado un acuerdo con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez. Horas después, Puigdemont ha escrito en su cuenta de la red social X: «Siempre hemos dicho que para tratar con el sistema político español todas las precauciones son pocas. Nos mantenemos y nos reafirmamos». «No cambiaremos la prudencia y las precauciones que hemos mantenido hasta ahora -añade- por más prisas que tengan algunos». En cualquier caso, se espera que este viernes haya más avances.

El plan de Sánchez

La planificación diseñada ha hecho aguas, al menos, momentáneamente. Según Ferraz, la negociación con Junts ha sido aplazada hasta hoy de común acuerdo, pero los socialistas pretendían registrar este jueves la ley de amnistía en el Congreso. Incluso, según consta a COPE, pusieron en sobre aviso a Sumar sobre una presentación inmediata que nunca llegó. La realidad es que el anuncio, el martes por la noche, de un pacto entre ERC y el PSOE sobre la amnistía, no gustó a Junts. De esta manera, Puigdemont también quiere demostrar que Sánchez está en sus manos.