Inaugurada la madrugada del jueves, el danés Holger Rune, 20 años y nº 7 mundial, selló su pase a los octavos de final del Masters 1000 ATP de París, donde defiende la corona que ganó en 2022 batiendo consecutivamente a Stan Wawrinka, Hubert Hurkacz, Andrey Rublev, Carlos Alcaraz, Felix Auger-Aliassime y Novak Djokovic.

No era el gran damnificado de un espeso programa y una larga jornada. A continuación tenía que debutar el italiano Jannik Sinner. Un campeón reciente de Viena y nº 4 abriendo su partido, ante el estadounidense Mackenzie McDonald, el mismo día en que debería afrontar los octavos. Un tanto demencial.

Y suerte para Sinner y McDonald que Rune no dudó contra el austríaco Dominic Thiem, un excampeón del US Open y finalista de Roland Garros y Australia, que a sus 30 años tuvo que pasar por la fase previa de París. Es el 99 del mundo, porfiando por volver donde ni siquiera se ha asomado -la élite- desde una operación de muñeca.

Rune, muy superior a Thiem (6-4 y 6-2 en 1h.31′), se medirá en octavos al alemán Daniel Altmaier, beneficiario de la baja por lesión abdominal del estadounidense Taylor Fritz.

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Se juega mucho el nuevo pupilo del alemán Boris Becker, octavo en la clasificación Race ATP, marcando el corte de titulares y suplentes para las ATP Finals. Por delante tiene a Stefanos Tsitsipas y Alexander Zverev, que se miden entre ellos este jueves, pero sobre todo aprieta fuerte por detrás el polaco Hubert Hurkacz. De ellos, sólo hay plaza para tres, siempre que Alex de Miñaur no levante la copa el domingo y se apunte a la fiesta final de Turín.