En Halloween, surge un relato distinto: la historia del KC-135R llamado “El Fantasma” de las Fuerzas Aéreas de EE. UU.

El espíritu de Halloween cobra vida con un cuento inusual protagonizado por un KC-135R Stratotanker estadounidense apodado “El Fantasma”. Este avión, matriculado con el número 58-0109, luce un inquietante dibujo de nariz que recuerda a un espectro de negras vestiduras.

Designado a la Guardia Nacional Aérea de Iowa, este KC-135R, con distintivo de cola 58-0109 y bautizado como “The Phantom”, ostenta una apariencia única. Capturado en imagen por el Sargento Mayor Vincent De Groot, muestra cómo el arte militar puede captar la atención con un toque de misterio.

No es casual que “El Fantasma” adorne la aeronave; es el resultado de una tradición que incorpora el arte en las narices de los aviones. Esta tradición cobra vida, especialmente en los aviones de combate y otros vehículos, cuando las regulaciones lo permiten.

Un KC-135R de las Fuerzas Aéreas de EE. UU. con número de cola 58-0109 y apodo “The Phantom” asignado a la Guardia Nacional Aérea de Iowa. Foto de la Guardia Nacional Aérea de EE. UU. Senior Master Sgt. Vincent De Groot

El KC-135R con el número de cola 58-0109 no siempre fue conocido como “El Fantasma”. Según narra la 185.ª Ala de Reabastecimiento Aéreo, la unidad de Iowa a la que fue asignado en 2011, el avión era informalmente llamado “109” por su número de cola.

Inicialmente considerado para llevar el nombre “Southern Bell”, el KC-135R hubiera rendido homenaje a su previa asignación en la 185.ª Ala de Reabastecimiento Aéreo de Misisipi. Pero una peculiar anécdota de los técnicos de mantenimiento de Misisipi inspiró su actual apodo.

Número de cola 58-0109 fotografiado en agosto de 2008, antes de recibir su nombre actual. Eddie Maloney/Wikimedia Commons

La leyenda comenzó una noche en la base de Meridian, donde un equipo de mantenimiento fue convocado urgentemente para inspeccionar el 109. Ambas unidades auxiliares de potencia, o APU, se habían activado sin explicación alguna, sorprendiendo a los responsables de seguridad de la base. Estos APU son pequeños motores que proporcionan energía a bordo, y el hecho de que el KC-135R disponga de dos es una particularidad que remonta a su papel estratégico en la Guerra Fría, donde la rapidez y la redundancia eran esenciales.

La insólita actividad nocturna del KC-135R llevó a la conclusión, mitad en serio, mitad en broma, de que el avión estaba poseído. La historia se volvió parte del folclore en Meridian y se transmitió al nuevo equipo de mantenimiento de Iowa.

KC-135R número de cola 58-0109 delante del hangar principal en Sioux City, Iowa, el 16 de octubre de 2021. Foto de la Guardia Nacional Aérea de EE. UU. Sargento Mayor Vincent De Groot.

El Sargento Mayor Lance Larson de Iowa, intrigado por el relato, indagó más a fondo y encontró discrepancias. Ya fuera una jugarreta de sus colegas de Meridian o un malentendido, Larson descubrió que el verdadero avión embrujado no era, después de todo, el 109.

El comandante Darren McMullen, líder de la 185.ª ARW, reveló que el Stratotanker con número de cola 58-0004 es la aeronave con fama de estar embrujada. McMullen admitió que las APU del avión se activaron por sí solas en un extraño suceso nocturno, llevando al personal a investigar el misterioso evento. La fecha exacta del incidente, sin embargo, no quedó registrada.

El 58-0004 no ha sido retirado y actualmente opera en la 117.ª  Ala de Reabastecimiento Aéreo en Birmingham, Alabama. Por otro lado, la 185.ª Ala de Reabastecimiento Aéreo de Iowa posee un tanquero bautizado como Phantom, aunque no coincide con las historias contadas.

Para los miembros más crédulos del 185.º, esto podría ser una ventaja. Esta unidad cuenta con un tanquero adornado con un distintivo diseño frontal, un detalle que sin duda eleva el espíritu de los involucrados, especialmente cuando se acerca Halloween.

A pesar del envejecimiento de la flota de aviones cisterna, los KC-135 seguirán surcando los cielos por un tiempo más debido a los esfuerzos de actualización de la Fuerza Aérea. Hasta la fecha, el Ejército del Aire ha integrado 82 aviones cisterna KC-46A Pegasus, con planes de alcanzar un total de 179 unidades, mientras progresivamente se deshacen de los KC-10A Extenders.

El pionero KC-46A Pegasus aterrizó en la Base Aérea Seymour Johnson en Carolina del Norte el 12 de junio de 2020, marcando un hito importante.

El jefe de tripulación de la 185.ª Ala de Reabastecimiento Aéreo, Matthew Eiten, marchando 109 en Sioux City, Iowa, el 28 de octubre de 2021. Eiten era el jefe de tripulación del KC-135 de la Guardia Nacional Aérea de Iowa en ese momento. Foto de la Guardia Nacional Aérea de EE. UU. Senior Master Sgt. Vincent De Groot

Para ampliar la flota, se contempla la adquisición de 75 aviones cisterna adicionales, y con la salida de Lockheed Martin del proyecto de versión estadounidense del Airbus A330 MRTT, es probable que estos sean más KC-46A Pegasus.

Lockheed Martin, no obstante, ha redirigido sus esfuerzos hacia el desarrollo de una propuesta de tanquero avanzado que cumpla con los futuros requerimientos de la Fuerza Aérea.

Mientras tanto, se está valorando el uso de los KC-135 en roles más allá del reabastecimiento de combustible, como el lanzamiento de hasta 100 UAV para distintas misiones. Estos aviones también se están modernizando con tecnologías como el sistema RTIC, facilitando la integración con otras aeronaves.

El Ala 151 de Reabastecimiento Aéreo está en proceso de equipar a sus KC-135 con la actualización RTIC, como muestra la foto del Sargento Mayor John Winn.

Curiosamente, esta fase de renovación coincide con un aumento en la demanda de aviones cisterna, un aspecto que preocupa a los altos mandos militares por la potencial escasez. Se contempla ralentizar la retirada de los KC-135 para mitigar este déficit.

Aunque el Stratotanker con número de cola 58-0109 luce una decoración de temática zombi, estos aviones continúan siendo piezas clave en las operaciones de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos.