El avance de la crisis climática no solo está causando daños en el planeta sino que, tal y como advierten innumerables estudios científicos, también está perjudicando a la salud de las personas. Es por eso que la Organización Meteorológica Mundial (WHO, por sus siglas en inglés) reclama «adaptar los sistemas de salud» para hacer frente al impacto de olas de calor extremo, del aumento de la contaminación así como de otros desastres climáticos en la salud de la población. «Necesitamos canalizar más esfuerzos para reforzar los servicios de salud en un momento en que el clima está viviendo una serie de cambios sin precedentes y que todo esto ya están afectando al bienestar de las personas», afirma Petteri Taalas, director de esta institución.
Este llamamiento a reforzar los servicios sanitarios globales (desde los centros de atención primaria y hospitales hasta las redes de vigilancia de enfermedades emergentes) es uno de los mensajes principales que se desprende del estudio anual publicado por la agencia de Naciones Unidas sobre el estado del clima. En esta ocasión, los expertos han querido hacer hincapié en la necesidad de crear «señales de alerta temprana» para avisar a los médicos de la llegada de fenómenos como, por ejemplo, las olas de calor extremo para que estos puedan prepararse para atender más consultas relacionadas con las altas temperaturas y, a su vez, estar más alerta ante poblaciones especialmente vulnerables.
«La crisis climática también es una crisis de salud pública»
«La crisis climática también es una crisis de salud pública que alimenta brotes de enfermedades y contribuye a tasas más altas de patologías no transmisibles», afirma Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) tras la publicación de este último informe. «Necesitamos trabajar juntos para hacer crear servicios de alerta de alta calidad y accesibles para el sector de la salud. Solo así podemos proteger la salud y el bienestar de las personas que enfrentan los peligros del cambio climático», añade el portavoz de esta entidad.
Sistemas de vigilancia
El informe publicado este jueves ha sido elaborado por un panel de más de 30 expertos de todo el mundo. El Barcelona Supercomputing Center, a través de su equipo de Resiliencia en Salud Global y de la científica Rachel Lowe, es el único centro de investigación de España que ha contribuido a la elaboración de este estudio. Según apunta este trabajo, en estos momentos menos de una cuarta parte de los ministerios de salud globales cuentan con un sistema de vigilancia específico para proporcionar información meteorológica a los sistemas de salud. «Esta información puede aumentar la resiliencia de la sociedad al cambio climático«, explica Lowe.
Un ejemplo ilustrativo de cómo se podría mejorar esta conexión entre el mundo meteorológico y el sanitario es el programa piloto implementado en Cataluña hace unos meses. La Mútua de Terrassa y el Servei Metereològic de Catalunya firmaron un acuerdo para mejorar la atención sanitaria en episodios de extremos climáticos. Según explican los impulsores de esta iniciativa, en este programa piloto los meteorólogos alertarán a los médicos ante la llegada de ciertos episodios potencialmente dañinos y estos, a su vez, se centrarán en proporcionar recomendaciones anticipadas a los pacientes y en intensificar el seguimiento de las poblaciones más vulnerables ante determinados escenarios.