La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un trámite al que todos nos hemos tenido que enfrentar alguna vez. Dependiendo de los años que tenga el coche, moto, furgoneta o vehículo que tengamos hay que pasarla con más o menos periodicidad, pero nadie se libra de tener que ir a una estación a pasar una revisión.

La ITV tiene que dar el visto bueno a muchos elementos del coche. Lo primero es comprobar el estado general del vehículo y también que las emisiones a través del tubo de escape estén en parámetros normales. Después, los técnicos miran el interior antes de pasar a las estaciones de frenado, a los rodillos y al foso, donde comprobarán otros aspectos del vehículo.

Nos pensamos muchas veces que lo más importante es que las luces no fallen, que el claxon suene y que los neumáticos tengan un dibujo que sea seguro, sin excesivo desgaste.

Coche en el mecánico con varios trabajadores alrededor PIXABAY


Los conductores están obligados a realizar un mantenimiento regular de su vehículo para garantizar su seguridad el funcionamiento. En ocasiones, muchos usuarios solamente se preocupan del aspecto exterior de su coche olvidándose por completo del interior hasta que llega la ITV cuando comienzan las prisas para dejar el vehículo en perfectas condiciones y cumplir todos los requisitos exigidos para poder seguir circulando.

Parámetros generales

Cada estación ITV tiene su propio proceso de revisión de los vehículos, aunque todas están obligadas a mantener unos parámetros generales para dar validez al estado del coche. Y los inspectores no solo se limitan a observar el aspecto del vehículo, sino que quieren saber cómo funciona todos los componentes internos clave, que no se libran de tener que pasar este complejo examen.

Pero hay otros elementos que pasan un poco más desapercibidos y que también pueden hacer que te tiren de la ITV, tengas que pasar por un taller para subsanar las faltas graves y que, de paso, tengas que volver a una estación de ITV, con el gasto de tiempo que conlleva (y de dinero, por el taller).

Los conductores deben tener en regla toda la documentación del vehículo ya sea el permiso de circulación, el seguro a corriente de pago y la propia tarjeta ITV. Si tienes algún error en estos aspectos básicos definitivamente no vas a pasar la revisión.

Normalmente, ningún usuario es tan torpe de presentarse en la estación de la ITV sin cumplir estos requisitos por lo que el siguiente paso es revisar el aspecto externo del vehículo. Los inspectores suelen revisar con lupa el estado de la carrocería y los neumáticos, elementos vitales para la seguridad del conductor y el resto de pasajeros.

Seguridad interior

Dentro de los elementos de seguridad interior destacan tres aspectos que suelen utilizarse sin tener en cuenta la importancia de mantenerlos en buen estado en todo momento. Por ejemplo, los cinturones de seguridad son cruciales en la parte delantera y trasera del vehículo. Su función como freno en caso de impacto son esenciales en la seguridad pasiva. Todo el mundo debe asegurarse de que estén en buen estado, no muy estirados, y sin daños como pueden ser cortes por desgaste.

El airbarg es otro elemento que actúa como ángel de la guarda. Los cinturones de seguridad no actúan solo ya que cuentan con la ayuda de los airbags, traseros o delanteros, que sirven para minimizar las lesiones en caso de accidente. Durante la inspección, se verifica que estén presentes y funcionen adecuadamente.

Sin asientos no hay vehículo. Los asientos son importantísimos tanto para la comodidad en viajes cortos y largos como para la seguridad pasiva. Los ocupantes se mantienen en su lugar en caso de impacto manteniendo la energía en caso de colisión. Forman un trío de la seguridad junto al cinturón y los airbags. La inspección verifica que los asientos estén en buen estado, al igual que sus anclajes y fijaciones al vehículo para no saltar por las ventanillas si hay accidente.

Es fundamental cumplir con las revisiones periódicas recomendadas por el fabricante para asegurarte de que estos componentes estén en buen estado. Mantener estos elementos en condiciones óptimas es crucial para tu seguridad en la carretera. Hay que recordar que las inspecciones técnicas periódicas son una parte importante de garantizar que tu vehículo esté listo y seguro para circular.