El Banco de Inglaterra (BoE) se mantiene en pausa. La mayoría de los miembros del Comité de Política Monetaria (MPC) han votado a favor de dejar los tipos de interés en el 5,25%. En concreto, seis se han pronunciado en este sentido, mientras que tres miembros prefirieron aumentar la tasa bancaria en 0,25 puntos porcentuales.

Desde la decisión anterior del organismo británico, «ha habido pocas noticias sobre los indicadores clave de la persistencia de la inflación en Reino Unido». «Los aumentos anteriores de tipos habían pesado cada vez más sobre la economía y el impacto de una política monetaria más estricta probablemente se materializaría antes en la demanda y la rigidez del mercado laboral que en el crecimiento de los salarios y la inflación servicios».

Así lo señala el documento del encuentro, donde el BoE asegura que «seguirá vigilando de cerca los indicios de presiones inflacionarias persistentes y de resiliencia en la economía en su conjunto, incluida una serie de medidas de la rigidez subyacente de las condiciones del mercado laboral, el crecimiento de los salarios y la inflación de los precios de los servicios».

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