Tras seis horas de debates, la cúpula de Junts ha concluido este jueves en Bruselas una reunión extraordinaria presidida por Carles Puigdemont sin acuerdo para dar el sí a la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. No obstante, el expresidente catalán todavía no rompe la baraja y seguirá negociando durante las próximas horas y días con el PSOE.

«De momento no hay acuerdo con el PSOE. Seguiremos hablando«, han explicado fuentes de Junts al término de la reunión. Tanto Puigdemont como el resto de dirigentes de Junts presentes en Bruselas (entre ellos el secretario general del Partido, Jordi Turull, la presidenta, Laura Borràs, o la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras) han rechazado hablar con la prensa.

La reunión de la cúpula de Junts se ha producido en el mismo hotel del barrio europeo de Bruselas en el que Puigdemont puso sus condiciones para la investidura de Sánchez el pasado 5 de septiembre. Los responsables de prensa habían preparado incluso una sala para realizar una rueda de prensa con la expectativa de anunciar un acuerdo.

Pero las negociaciones se han torcido durante la jornada por el alcance de la amnistía, hasta el punto de que al final la reunión ha concluido sin resultados. El fracaso se anunciaba justo al mismo tiempo que el líder de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, firma su pacto con el ministro de presidencia, Félix Bolaños.

En Junts no han explicado cuáles son los flecos que quedan pendientes de cerrar con el PSOE. Eso sí, se desvinculan del acuerdo sobre la ley de amnistía anunciado por el PSOE y Esquerra (y también del traspaso de Rodalies). Y resaltan que ellos negocian directamente con los socialistas y no con el partido de Oriol Junqueras.

El partido de Puigdemont se queja además de que el PSOE ha creado muchas expectativas de que el acuerdo está muy cerca cuando no es necesariamente así. Además de la amnistía, Puigdemont exige como condición previa a la investidura de Sánchez que haya un mediador internacional y un reconocimiento de Cataluña como nación.