Wall Street aumenta las ganancias tras las compras moderadas del martes y el cierre claramente negativo de octubre, un período en el que los principales índices bursátiles estadounidenses se dejaron entre un 1% y un 2,5%, siendo el tecnológico Nasdaq el más bajista con una caída del 2,7%.

«En los últimos meses los mercados se han enfrentado a lo que suele calificarse como «un muro de preocupaciones». En este sentido, señalar que, ni la positiva temporada de publicación de resultados trimestrales de Wall Street y la algo más mediocre de las distintas plazas bursátiles europeas, han servido para modificar el negativo sentimiento de unos inversores que no creemos que vayan a apostar claramente por la renta variable, al menos hasta que no comiencen a intuir que los bancos centrales están pensando en comenzar a bajar sus tasas oficiales, lo que comenzaría a relajar los rendimientos de los bonos, algo que no parece que vaya a ocurrir por el momento», explica Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities.

Según este experto, eso no quiere decir que no pueda producirse un rebote en el corto plazo, ya que el «elevado» nivel de sobreventa que presentan muchos valores y los índices en general podría facilitar este movimiento. No obstante, hoy los mercados tienen una prueba de fuego para saber qué rumbo tomar en las próximas semanas.

TODOS LOS OJOS PUESTOS EN LA FED

Y es que este miércoles llega a término la reunión de dos días de la Reserva Federal (Fed), el penúltimo cónclave del año. A pesar de que parece que podría ser una jornada de escasa actividad al celebrarse el Día de Todos los Santos en numerosas geografías, los ojos de todos los inversores del mundo están puestos en la próxima decisión de política monetaria que tomará el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), así como las declaraciones posteriores del presidente Jerome Powell.

Los expertos dan por hecho que la Fed volverá a realizar una pausa en esta ocasión, como reflejan los datos de la herramienta FedWatch de CME, pero la patata caliente está en saber si la Fed ha dejado de subir los tipos de interés o solo está tomándose un respiro.

Fernández-Figares destaca que el proceso desinflacionista «ha seguido su curso», un factor «muy relevante» porque «el fuerte repunte de los tipos de interés a largo plazo está restringiendo las condiciones financieras» de la primera economía del mundo, «haciendo una parte importante del trabajo a la Fed». «El mercado parece estar convencido de que ya no habrá más alzas de tipos, dándole una probabilidad inferior al 30% a que la Fed los vuelva a aumentar en la reunión del FOMC de diciembre. No obstante, estamos convencidos que ni el comunicado que publica el FOMC al término de su reunión ni su presidente, Jerome Powell, en la rueda de prensa posterior, van a dar pistas sobre este tema», apunta.

«Es más, creemos que el objetivo de la Fed en esta reunión es la de «comunicar» a los mercados que todavía es factible que se produzcan nuevas alzas de tipos oficiales. Esta «amenaza», en caso de darse, tendrá como principal objetivo evitar la relajación de los rendimientos de los bonos a largo plazo, factor que, como hemos señalado, está siendo muy bienvenido por los miembros del FOMC», agrega el experto de Link Securities.

Esta tesis también es defendida por Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank, quien apunta que Powell no anunciará el fin del endurecimiento monetario tras «ver unos datos de crecimiento explosivos, que mostraron que el PIB de EE.UU. creció casi un 5% en el tercer trimestre (¡eso es más que China!), y la inflación subió porque los estadounidenses siguieron gastando».

«No me cabe duda. Y si la gente seguía gastando sus ahorros era porque no se sentía necesariamente amenazada de perder su empleo, o de permanecer mucho tiempo sin trabajo. Así que sí, la fortaleza del mercado laboral le está jugando una mala pasada a la Fed, y está claro que no está lo suficientemente relajada. Lo más probable es que no escuchemos nada tranquilizador. Lo mejor que se nos va a decir es que «los rendimientos más altos nos ayudan a hacer el trabajo»», sentencia Ozkardeskaya.

De su lado, Neil Wilson, director de análisis de Markets.com, cree que todas las señales apuntan hacia una pausa ‘hawkish’ de la Fed. Es decir, que no habrá subida de tipos, pero el tono que empleará Powell no solo sugerirá que los tipos se mantendrán más altos durante más tiempo, sino también que la Fed se guarda una subida más en la cartera por si es necesario.

«Cada vez está menos claro si esto es necesario dada la constante (aunque poco espectacular) desinflación, que está empujando la política monetaria hacia un territorio más restrictivo. Ahora no hay urgencia por ser más restrictivos. El reciente repunte de los rendimientos de los bonos del Tesoro también puede haber contribuido a endurecer un poco las condiciones financieras, mientras que los datos no han sido tan buenos como para justificar una nueva subida imprevista este mes. La Reserva Federal reiterará que «procederá con cautela» en sus próximos pasos», opina Wilson.

En este sentido, numerosos expertos apuntan que el dato clave para despejar el interrogante de si la Fed ha acabado de subir los tipos se conocerá este viernes cuando se publique el informe de empleo de octubre en EEUU. Por lo pronto, la última encuesta de la consultora privada ADP, cuyos datos se están alejando bastante de los oficiales en los últimos meses, destaca que la primera economía del mundo creó unos 113.000 empleos en el décimo mes del año, algo menos de los esperados por el consenso.

Por otra parte, también se ha conocido el ISM manufacturero, que ha reflejado una contracción hasta los 46,7 puntos desde los 49 anteriores. Los precios pagados se situaron en 45,1 puntos, por encima de las previsiones del consenso, y el índice de empleo cayó hasta los 46,3 puntos, muy por debajo de las expectativas del mercado.

OTROS MERCADOS

El euro pierde terreno frente al dólar (-0,28%, $1,0548). A su vez, el petróleo suma más de un 2%. El barril de Brent se intercambia por 87 dólares y el crudo WTI, por 83 dólares.

La onza de oro ronda los 2.000 dólares (+0,05%, $1.995). El bitcoin (BTC) sube por encima de los 34.600 dólares. El rendimiento del bono estadounidense a 10 años se modera hasta el 4,86%.