1. Cumbre de ex presidentes, sin Zapatero
  2. El Defensor del Pueblo y el nuncio apostólico
  3. Selfies y fotos ante la tribuna
  4. La mano al corazón del rey y la princesa
  5. Traje de chaqueta claro
  6. Desaparecieron los socialistas
  7. Rajoy y Feijóo, de foto en foto
  8. Abascal, con los presidentes aliados de Vox
  9. Apoyo de Pedro Sánchez
  10. El comisario jefe del GEO
  11. Drones, helicóptero y F-18
  12. Entrada y salida de militares
Vacío a Zapatero, ‘huida’ del PSOE y apoyo de Sánchez: la otra cara de la jura.

Juro desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas, y fidelidad al rey”. La jura de la princesa Leonor ante las Cortes Generales al cumplir la mayoría de edad duró, en sí, apenas unos segundos. Con ese juramento, la heredera de la Corona cumplió lo establecido en el artículo 61.2 de la Constitución Española de 1978.

Pero la ceremonia celebrada este 31 de octubre en el Congreso de los Diputados estuvo repleta de detalles, al reunirse las más altas autoridades del Estado, los principales líderes políticos del país, ex altos cargos y otros muchos invitados, todo en medio de medidas de seguridad excepcionales.

Cumbre de ex presidentes, sin Zapatero

En las tribunas de invitados y autoridades del hemiciclo del Congreso se reunieron los cuatro ex presidentes del Gobierno vivos. Los primeros en llegaron fueron Felipe González y Mariano Rajoy, que estuvieron charlando hasta que llegó José María Aznar.

El primer presidente del PP se unió a la conversación, y los tres prácticamente se aislaron del resto de invitados. González se colocó de espaldas a la barandilla, y también de espaldas a los fotógrafos, y los tres charlaron animadamente. Aznar era especialmente enfático, haciendo gestos con las manos.

El último en llegar, poco antes de comenzar el acto, fue José Luis Rodríguez Zapatero. El protocolo había puesto juntos a González, Aznar y Zapatero, mientras que Rajoy se tuvo que sentar detrás de ellos, junto al alcalde de Madrid.

Aunque en el pasado fueron fieros adversarios políticos, Felipe González y José María Aznar continuaron hablando, mientras que apenas hicieron caso de Zapatero. No hay que olvidar que este último ha expresado su respaldo a una amnistía para los independentistas catalanes condenados, procesados y huidos, mientras que los otros tres ex presidentes, Aznar, Rajoy y hasta el socialista Felipe González, se han mostrado críticos con el plan de Pedro Sánchez para conseguir los votos de ERC y Junts.

Al acabar su tertulia con Aznar y González, Rajoy se puso a charlar con el alcalde Almeida. El ex presidente Zapatero sí habló más con Magdalena Valerio, ex ministra socialista de Trabajo y actual presidenta del Consejo de Estado.

El Defensor del Pueblo y el nuncio apostólico

Asistieron todos los presidentes de comunidades y ciudades autónomas, menos Pere Aragonès (Cataluña) e Íñigo Urkullu (País Vasco). La mayoría pertenecen al PP, e incluso con los socialistas Emiliano García-Page y Adrián Barbón, y con Fernando Clavijo (Coalición Canaria), mostraron muy buena relación, con abrazos y sonrisas.

El protocolo colocó en puntos bastante alejados a dos personas cuyo encuentro podría haber sido llamativo en la actualidad. Hace unos días, Ángel Gabilondo presentó el informe del Defensor del Pueblo sobre las denuncias de abusos sexuales cometidas en instituciones de la Iglesia Católica. El estudio ha causado un gran revuelo, por una encuesta que estima que cientos de miles de españoles habrían sufrido este tipo de abusos por parte de personas pertenecientes a instituciones católicas.

Gabilondo asistió al acto, y en la misma tribuna, pero muchas butacas a su derecha, se sentó el nuncio apostólico en España, el representante del Vaticano y de la Iglesia Católica en nuestro país, monseñor Bernardito Cleopas. La Conferencia Episcopal Española ha rechazado la extrapolación de cifras que han hecho algunos medios a partir de la encuesta encargada por el Defensor del Pueblo.

Selfies y fotos ante la tribuna

La solemnidad de esta ceremonia histórica animó a que los asistentes quisieran inmortalizar el momento. Mientras que esperaban la llegada de la Familia Real, los diputados y senadores aprovecharon para hacerse fotos, individuales y en grupo, ante los tapices y alfombras que cubrían la tarima en la que se desarrolló la jura de la Constitución por la princesa Leonor.

También los invitados hicieron fotos. El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, no dudó en sacarse un ‘selfie’ con José Luis Martínez-Almeida. La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, hizo fotos con su móvil del hemiciclo.

Abajo, en los escaños del Gobierno, las ministras Nadia Calviño y Pilar Llop también mataron el rato fotografiando el salón de plenos.

Incluso entre los jóvenes que habían sido invitados, como representantes de la generación de la princesa Leonor, aprovecharon la oportunidad de estar en la sede de la soberanía popular para fotografiarse. No faltaron quienes pidieron a otros que les fotografiaran, mientras que otros posaron ante la pantalla de sus propios móviles.

No hay que olvidar que formalmente está prohibido hacer fotos desde las tribunas del Congreso. Personal de la cámara baja lo recordó a los periodistas allí presentes, unos de forma más tajante, y otros avisando que en cuanto llegara la Familia Real y empezara el acto sí que se prohibirían las fotos.

Una quincena de de jóvenes de entre 18 y 28 años fueron invitados a la ceremonia, como representantes de la generación de la princesa Leonor. Entre ellos había un militar. Se trata de un teniente del Ejército del Aire, que estudió en la Academia General del Aire por la que también pasará la heredera. Ahora es piloto del Ala 45, la de los aviones VIP en los que viajan el rey, el presidente y los ministros, aunque en su caso vuela en A330, avión de transporte, carga y reabastecimiento en vuelo. 

La mano al corazón del rey y la princesa

La princesa Leonor siguió el discurso de Francina Armengol con las manos juntas, muy seria, aunque sonrió cuando la presidenta del Congreso citó palabras de la propia heredera.

Cuando terminó de jurar, diputados y senadores iniciaron un aplauso muy sonoro, que se extendió durante cuatro minutos.

Fueron sobre todo los diputados del Partido Popular, secundados por los de Vox, quienes mantuvieron la ovación, que también arrancó aplausos de las tribunas de invitados. Por ejemplo, José María Aznar, que no reaccionó al discurso de Armengol, sí aplaudió cuando juró Leonor.

Entre los ministros, fueron especialmente efusivos en sus aplausos la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el de Cultura, Miquel Iceta, que lucía una amplia sonrisa.

Por contra, Joan Subirats (Universidades), dejó de aplaudir pronto, aunque se reenganchó al rato. Yolanda Díaz también dejó de batir palmas pronto. La portavoz parlamentaria de Sumar, Marta Lois, apenas aplaudió al terminar.

La ovación, como ha ocurrido en otros actos con el rey ante las Cortes Generales, podía interpretarse como un gesto de apoyo de los grandes partidos, PP y PSOE, además de Vox, no sólo a la princesa Leonor, sino también al rey Felipe y por extensión, a la Corona y a todo el sistema constitucional en España.

Ante la extensión de los aplausos, don Felipe sonrió y en un momento se llevó la mano derecha al corazón. Leonor, tras una mirada de su padre, imitó el gesto, para agradecer la ovación.

En estas ovaciones se corearon varios “vivas” al rey y a la princesa. Los primeros los dio Francina Armengol, que terminó la jura de Leonor dando vivas a la Constitución, al rey y a España. Lo hizo con menos ímpetu que, por ejemplo, Jesús Posada en la proclamación de Felipe VI como rey en 2014. Incluso Gregorio Peces-Barba, referencia citada varias veces por Armengol, lanzó unos “vivas” mucho más enérgicos en 1986, en la jura del príncipe Felipe.

Traje de chaqueta claro

En los meses previos, mucho se había hablado de cómo vestiría la princesa de Asturias en este acto. Se volvió a debatir si debía aparecer ante las Cortes Generales vestida con uniforme de cadete de la Academia General Militar.

Se recordó el precedente del entonces príncipe Felipe, de quien se dice que juró en chaqué por decisión de Gregorio Peces-Barba, presidente del Congreso, que quería “civilizar” la ceremonia y no quería al heredero de uniforme militar.

Finalmente, la princesa de Asturias visitó un traje de chaqueta y pantalón muy claro, casi blanco, sobre el que llevaba prendida la insignia del Toisón de Oro.

Hubo a quien le trajo recuerdos del traje que lució Letizia Ortiz Rocasolano en el Palacio de la Zarzuela el día que don Felipe sorprendió a toda España al anunciar su compromiso de boda con quien hasta entonces era presentadora del Telediario de La 1. Por cierto, que este 1 de noviembre se cumplen 20 años de ese anuncio.

Desaparecieron los socialistas

Terminada la ceremonia en el hemiciclo, la Familia Real saludó a los parlamentarios e invitados. Además, Leonor y el rey firmaron en el libro de honor del Congreso, y la princesa recibió las medallas del Congreso de los Diputados y del Senado.

El broche fue un pequeño desfile militar, con representación del Ejército del Aire, la Armada, el Ejército del Aire y la Guardia Civil.

Los reyes y sus hijas se marcharon al Palacio Real, junto al Gobierno y a otras autoridades, para celebrar allí la entrega del Collar de la Orden de Carlos III.

Quedaron en la Carrera de San Jerónimo cientos de parlamentarios y otros muchos invitados, que permanecieron un buen rato.

Llamó la atención que desaparecieran muy pronto los diputados y senadores socialistas. Los parlamentarios del PSOE están bajo los focos por las negociaciones para investir a Pedro Sánchez, y con la amnistía para Puigdemont como tema que lo opaca casi todo.

Sí se quedaron allí, a esperar los autobuses que les conducirían al Palacio Real, los presidentes autonómicos socialistas, Emiliano García-Page y Adrián Barbón. Mariano Rajoy estuvo charlando un rato con el presidente asturiano.

Rajoy y Feijóo, de foto en foto

Ante la espantada de los socialistas, prácticamente se convirtió en un acto del PP. Grupos de diputados y senadores comenzaron una sucesión de fotos ante la Puerta de los Leones. Los más reclamados fueron Alberto Núñez Feijóo y, sobre todo, Mariano Rajoy, quien prácticamente no podía dar un paso sin que le pidieran una foto. Menos éxito tuvo José María Aznar.

Llamó la atención sobre todo la foto del grupo de “gallegos”. Los diputados y senadores del PP por Galicia se unieron con Rajoy, Feijóo y el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, para fotografiarse.

También de gallegos charlaron la diputada del Partido Popular Ana Vázquez y el Jefe de Estado Mayor del Ejército (JEME), general de ejército Amador Enseñat. El JEME nació el La Coruña, y la diputada por Orense y él comentaron que también el Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada, Antonio Piñeiro, es gallego, de Mugardos, en la ría de Ferrol.

Vázquez le presentó al JEME a otra gallega: Mar Sánchez Sierra, quien fue la responsable de la relación con los medios en la Xunta de Galicia y dio el salto a Madrid con Feijóo.

Abascal, con los presidentes aliados de Vox

En los corrillos que se formaron ante la Puerta de los Leones se dejó ver Santiago Abascal. Curiosamente, charló con varios de los presidentes autonómicos del PP que gobiernan gracias a los votos de Vox.

Habló en un tono muy amistoso con María Guardiola, presidenta de la Junta de Extremadura, y con Alfonso Fernández, de Castilla y León. Incluso charló con Marga Prohens, presidenta de Baleares, quien acaba de ver cómo Vox le retira su apoyo apenas unos meses después de haber pactado.

Apoyo de Pedro Sánchez

A la jura de la Constitución por la futura reina de España se ausentaron los parlamentarios de ERC, Junts, PNV, BNG y casi todos los de Sumar. Tampoco asistieron las ministras de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero.

En estos años se han publicado y han circulado todo tipo de comentarios sobre la tendencia republicana de Pedro Sánchez, supuestos roces entre Moncloa y Zarzuela por viajes al extranjero…

En esta ocasión, Sánchez dio un apoyo decidido a la princesa Leonor. En su discurso en el Palacio Real de Madrid, el presidente en funciones declaró “contad, Alteza, con la lealtad, el respeto y el afecto del Gobierno” y le felicitó “por el compromiso que acabáis de asumir como Princesa heredera de la Corona de España”.

No fue un discurso centrado en la monarquía (no pronunció esa palabra), como tampoco lo fue el de Francina Armengol. El de la presidenta del Congreso fue definido como “institucional pero de izquierdas”, más centrado en reclamar que las instituciones trabajen para mejorar la vida de los ciudadanos y acaben con la desigualdad, que en rememorar la Historia de España o las raíces de la monarquía.

Sin embargo, las palabras de Sánchez fueron de claro apoyo “a la continuidad de nuestras instituciones”. Por cierto, su mensaje fue muy similar al que hizo Felipe González en la ceremonia de jura del príncipe Felipe.

El comisario jefe del GEO

Todo el acto celebrado en el Palacio de las Cortes se desarrolló rodeado de una burbuja de seguridad muy importante. El grueso del dispositivo lo asumió la Policía Nacional. Hasta Madrid se desplazaron refuerzos de los antidisturbios de la Unidad de Intervención Policial con base en Valladolid, la VIIª UIP, que junto con los agentes de la Iª UIP de Madrid, blindaron los alrededores del Congreso y los recorridos desde La Zarzuela y hasta el Palacio Real de Madrid.

La cápsula de seguridad más cercana al lugar del acto contó con agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO). Esta unidad se está movilizando especialmente en las últimas semanas, con motivo de las medidas adicionales de seguridad del Nivel 4 de Alerta Antiterrorista aprobadas por la escalada bélica en Oriente Próximo.

Los ‘geos’ se desplegaron dentro y alrededor del Congreso. Al menos un tirador de precisión se ubicó en una azotea frente a la Puerta de los Leones. Otros policías de la misma unidad se destacaron con fusiles de asalto.

 

Junto a ellos se encontraba su jefe. El comisario Luis Esteban se dejó ver junto a sus hombres, estuvo recorriendo con ellos los puntos estratégicos del despliegue, vestido con el uniforme del GEO. Esteban se hizo conocido popularmente por ganar el bote de Pasapalabra, pero más allá de ello, ha ocupado puestos muy relevantes en la estructura de la Policía Nacional y ahora dirige la unidad de élite.

Drones, helicóptero y F-18

Junto a las boinas granates del GEO, también se pudo ver las azules del GOES (Grupos Operativos Especiales de Seguridad). Varios miembros de esta otra unidad entraron al Congreso con maletines de ruedas, identificados con insignias de “Medios aéreos”. Es decir, eran los encargados de utilizar drones para vigilar la zona.

La vigilancia aérea contó además con al menos un helicóptero de la Policía Nacional. En un momento dado, incluso se pudo ver tres aviones de combate F-18 sobrevolar el cielo de Madrid, se entiende que para estar listos ante cualquier amenaza procedente del cielo que tuviera que ser neutralizada. Lo más probable es que fueran cazas del Ala 12, con base en Torrejón de Ardoz.

Las medidas de seguridad incluyeron también la revisión exhaustiva de las cámaras, trípodes y todo el material de los profesionales gráficos de los medios de comunicación. Tuvieron que dejar todos los bultos en el suelo del patio del Congreso, para que los perros detectores de explosivos los inspeccionaran.

Junto a los agentes uniformados, se movían otros muchos vestidos de paisano. Algunos lucían la chapa de la Unidad Central de Protección de la Policía Nacional, la que provee de escoltas a la Comisaría Especial de la Casa del Rey, a la Comisaría de la Presidencia del Gobierno y a las comisarías del Congreso y del Senado.

También se pudo ver a algunos con pequeñas chapas color azul claro, el guion con el escudo de armas de la princesa de Asturias.

Un escolta de la Casa del Rey, con el pin azul.

Todo este despliegue de seguridad impidió que cerca del Congreso de los Diputados se reuniera público para ver el paso de Leonor y vitorearla. La mayoría se reunieron desde muy temprano en la Puerta del Sol, para seguir el acto en las pantallas gigantes que se colocaron allí.

Entrada y salida de militares

Junto al despliegue policial, la otra nota llamativa la ofrecieron los militares. Músicos de Infantería de Marina fueron los encargados de tocar el himno de España en la ceremonia, y entraron bien pronto al Palacio de las Cortes, para ensayar y colocarse en el lugar reservado para la banda de música.

También hubo un continuo trasiego de militares del Ejército de Tierra, el Ejército del Aire y la Guardia Real. En algunos pasillos era habitual cruzarse con miembros de la Escuadrilla de Honores del Ejército del Aire, con los fusiles mauser de madera, o con otros militares con sus guiones y banderas de España.

Agentes del GEO de la Policía Nacional, y de las UIP, en el patio del Congreso de los Diputados.
Vacío a Zapatero, ‘huida’ del PSOE y apoyo de Sánchez: la otra cara de la jura.