Raúl Incertis, anestesista español de Médicos Sin Fronteras, forma parte del primer grupo de evacuados que ha salido de Gaza a través del paso de Rafah, en la frontera con Egipto. La propia oenegé, en conversación con EL ESPAÑOL, ha confirmado que Incertis formaba parte de un convoy de 22 trabajadores de MSF de diferentes nacionalidades que trabajaba sobre el terreno. El médico valenciano se convierte así en el primer español en salir de la región desde que el pasado 8 de octubre comenzaran los bombardeos masivos de Israel contra la Franja en respuesta a los sangrientos atentados terroristas de Hamás contra territorio israelí, que se saldaron con más de 1.400 fallecidos.

Incertis, de 40 años, es uno de los alrededor de 320 extranjeros o personas con doble nacionalidad a los que se ha permitido el paso tras el acuerdo alcanzado entre Egipto, Israel y Hamás, con la mediación de Qatar y en coordinación con Estados Unidos, para facilitar la evacuación de personal internacional a territorio seguro. Así lo ha publicado la Autoridad General de Pasos y Fronteras de Gaza, que señala que, además de Incertis, hay otro trabajador español entre los evacuados cuya identidad aún no ha trascendido. Se trataría de un trabajador de la Oficina de la Coordinación del Proceso de Paz para Oriente Medio de Naciones Unidas.

Además de los primeros evacuados con pasaporte extranjero, entre los que se encuentran ciudadanos de Japón, Jordania, Indonesia, Australia, Austria, Bulgaria y Francia, Israel ha permitido también la salida de 76 palestinos heridos, tal y como informa France Presse, que ya han cruzado a Egipto. Al otro lado de la frontera, alrededor de 40 ambulancias se encargan de desplazar a los damnificados a los hospitales más cercanos. 

Según ha informado la BBC en conversación con funcionarios del control de pasaportes del lado palestino, cada día cruzarán el paso de Rafah 500 personas. Primero cruzarán diariamente los heridos graves y después las personas con doble nacionalidad y, por último, los extranjeros. Las embajadas de los países serán informadas con antelación para garantizar que puedan prepararse para recibir a sus nacionales.

En Gaza, cabe recordar la cifra, hay unas 7.000 personas con doble nacionalidad, y según señala el Instituto Nacional de Estadística, 503 españoles residen en Palestina –entre Gaza y Cisjordania– de forma oficial, frente a los 7.300 que hay residiendo en Israel. Por su parte, el ministerio de Asuntos Exteriores afirma tener censados a 120 personas de nacionalidad española sólo en la Franja de Gaza. 


Población y división de la Franja de Gaza

Lina Smith

E. E.

«Estamos desbordados»

«La situación es pavorosa«, relataba Incertis hace sólo unas horas, cuando aún no había cruzado el paso de Rafah. «Todos los días caen bombas. Todas las horas comprendidas entre el martes 25 y el miércoles 26 el volumen de bombardeos fue asfixiante. No tenemos palabras. Hemos sido testigos, porque recibimos las ondas expansivas de las bombas. Nos preguntamos por qué si se le dijo a la población que viniera hasta el sur, también bombardearon el sur. En las últimas 24 horas, el 65% de las muertes en la Franja de Gaza se han producido en el sur. El volumen que está entrando de ayuda es totalmente insuficiente. Es como intentar apagar un incendio con un vaso de agua».

«Muchos de nuestros compañeros se han visto obligados a tener que vivir en campos de desplazados con sus familias, con otras miles y miles de personas», continúa Incertis. «Algunos de ellos, no pocos, están trabajando en los hospitales, con lo que ello significa. Nos alertan de la falta absoluta de material. Las noticias son desalentadoras: la falta de agua es alarmante en algunas regiones, en las cuales la gente no encuentra agua potable, y la poca que hay está a un precio altísimo».

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«Las desalinizadoras trabajan a un ritmo muy bajo por al falta de gasolina y las plantas depuradoras han dejado de trabajar, con el riesgo que significa eso para la aparición de enfermedades. La falta de fuel es alarmante, y es necesaria para bombear el agua, para hacer trabajar las plantas, y sobre todo para hacer trabajar los hospitales».

En declaraciones recogidas por el programa Hora 25 de la Cadena SER unos días antes, Incertis ya auguraba el desastre humanitario en el que iba a derivar el conflicto. En las primeras noches de bombardeos, del 9 al 10 de octubre, relata, las bombas caían a 150 metros de la casa donde estaba el personal de MSF. «Llegaban cada 7, 8 o 9 minutos a casa y la hacía temblar entera. No sabíamos si íbamos a recibir un impacto, aunque se supone que no, porque ellos tienen la coordenadas».


«En el hospital donde estoy llegan pacientes constantemente. Los públicos están desbordados. Ahora ejercemos medicina de guerra, ya que los pacientes están politraumatizados con diversos grados de quemaduras, pérdida de partes blandas, amputaciones, visceraciones. Esto es el horror, pero si entra el Ejército Israelí ya será… […] Cuando estábamos en la casa tuve mucho miedo. No lo puedo describir. Era estremecedor escuchar el llanto de los niños».

Sin embargo, desde el 13 de octubre, tal y como confirma MSF, tras la orden de evacuación de Israel, ni él ni sus compañeros de la oenegé pudieron continuar con su trabajo, ya que fueron evacuados al sur de la Franja hasta cruzar la frontera con Egipto.