MADRID, 31 (EUROPA PRESS)

El 41% de las constructoras de residencial y no residencial está en riesgo de impago, lo que supone un empeoramiento de dos puntos porcentuales frente a los valores de 2022, según los datos de Insight View, plataforma de Iberinform.

El desempeño del sector se debe a la desaceleración de la demanda por el encarecimiento del crédito bancario, la pérdida de dinamismo de los visados de obra nueva y el impacto de las variaciones de precio de los materiales de construcción en los márgenes comerciales.

De las seis primeras provincias del sector por tamaño, Baleares presenta el mayor deterioro del riesgo de crédito, afectando al 60% de sus constructoras (ocho puntos más que hace un año), seguida de Málaga (54%), Madrid (45%), Valencia (44%), Barcelona (41%) y Alicante (38%).

Entre las empresas que se encuentran en su primera década de vida, el 50% se encuentra en un nivel máximo o elevado de impago, porcentaje que cae hasta el 31% entre las empresas de 11 a 25 años, y al 29% en las que tienen más de 25 años de actividad.

El plazo medio de aprovisionamiento, que muestra los días que permanecen las existencias en la empresa, se sitúa actualmente en 127 días, frente a los 434 días en 2013, lo que muestra una reducción progresiva a lo largo del tiempo.

Los datos también concluyen que el sector sufre una fuerte atomización, con un 96% del tejido compuesto por micro y pequeñas empresas. Los márgenes comerciales muestran cierta volatilidad, que va del 4,7% con el que trabajaron en 2019 al 3,4% con el que cerraron en 2022. Es previsible que ese margen comercial se constriña aún más en 2023.