Sengül está destrozada, alguien le ha robado la furgoneta y, con ello, le han arrebatado cualquier forma de ganarse la vida. Con lágrimas en los ojos llega a su casa y descubre que, en la mesa del patio, alguien ha dejado el retrovisor del vehículo como modo de advertencia. “Te encontraré y haré que te arrepientas”, le espeta la mujer a la nada.

Después descubrimos que la culpable del hurto es… ¡Gönül! La madre de Afra está en unos acantilados con el vehículo y, al recordar el momento en el que Orhan le propone divorciarse, no puede evitar derramar alguna que otra lágrima.

Sin embargo, no tarda en recomponerse al recordar que se podrá vengar de su mayor enemiga… ¡va a acabar con su modo de ganarse la vida y con todos sus sueños! La todavía mujer de Orhan abre la puerta del vehículo y quita el freno.

Poco a poco la furgoneta empieza a acercarse al precipicio bajo la mirada de satisfacción de Gönül. ¿Qué pasará cuando el tío de los Eren se entere de lo sucedido? ¿Cómo se ganará Sengül la vida a partir de ahora?