«Sé que la militancia de este partido estará a la altura de esta responsabilidad histórica. Una responsabilidad que, como en tantas ocasiones en el pasado, nos toca encabezar desde nuestro partido». Con esta convicción cierra Pedro Sánchez la carta que ha enviado a la militancia en el mediodía de este lunes para pedir su aval a las negociaciones de investidura en la consulta obligatoria y vinculante que arranca hoy y se prolongará hasta el próximo sábado. El líder de los socialistas ha vuelto a defender la necesidad de aprobar una ley de amnistía, como ya hizo ante la dirección de su partido durante el Comité Federal que convocó la consulta, para «seguir avanzando en el reencuentro para superar las heridas aún abiertas, producto de una crisis que los socialistas heredamos al llegar al gobierno».
«Tengo la convicción de que la amnistía contribuirá a hacerlo», argumenta para concluir que «la experiencia nos dice que es el camino correcto, como acredita el éxito de medidas adoptadas en la pasada legislatura», en referencia a los indultos o la eliminación del delito de sedición y la reforma de la malversación del Código Penal. Medidas, según ha vuelto a reiterar el presidente del Gobierno en funciones, «que han contribuido de forma innegable a mejorar la convivencia en Cataluña«.
Al PSOE le gustaría fijar la fecha de investidura en la semana del 6 de noviembre para acudir al congreso del Partido Socialista Europeo (PES), que se celebrará ese fin de semana en Málaga, con Pedro Sánchez investido. Solo un deseo, puesto que fuentes directas del equipo negociador reconocen que no fijarán fecha hasta no alcanzar un preacuerdo para que sus interlocutores no lo interpreten como un órdago.
De cerrarlo un pacto “global” en los próximos días con los socios potenciales, fuentes de la dirección del partido avanzan que a finales de esta misma semana, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, podría anunciar una fecha. Después de que la princesa Leonor jure mañana la Constitución en el Congreso, en cualquier momento se podría precipitar el proceso de la investidura, según señalan las mismas fuentes de la dirección. La fecha idónea para los socialistas será el próximo 8 de noviembre, con mayoría absoluta en primera votación, tras iniciar el debate el día antes. La intención de Ferraz es cerrar los acuerdos en “cascada” tras acelerar el ritmo negociador durante los últimos días. El próximo sábado se cierra la consulta a las bases del PSOE para avalar tanto el acuerdo de gobierno con Sumar como las negociaciones con el resto de grupos parlamentarios necesarios para sacar adelante la investidura.
El jefe del Ejecutivo en funciones ya fijó su posición en defensa de la amnistía el pasado sábado, ante el Comité Federal del PSOE. Un paso improbable sin tener el convencimiento de que el pacto de investidura saldrá adelante, tanto por el coste electoral ante una hipotética repetición como por las dudas que genera entre ciertos sectores del partido. La polémica medida ni figuró en su programa electoral ni tampoco se valoró hasta el pasado 23-J al considerar que desbordaba el marco constitucional. Fue por ello por lo que justificó su cambio de posición, haciendo «de la necesidad virtud», ya que las urnas lo habrían cambiado todo.
Las elecciones generales del pasado 23 de julio, según reflexionó el propio Sánchez, lo cambiaron todo. En primer lugar, porque sus socios potenciales (de Sumar a Junts, pasando por ERC, el PNV y Bildu) defienden la amnistía del ‘procés’. En segundo lugar, por el resultado de los comicios en Cataluña, donde el PSC fue primera fuerza, obteniendo 19 diputados y logrando más votos que todos los partidos independentistas juntos. Ese desenlace, argumentó Sánchez ante los suyos en el Comité Federal, «prueba» que la política territorial desplegada en Cataluña empezando por los indultos a los líderes independentistas condenados por el referéndum del 1-O, han «tenido un efecto mayor del que podía suponerse». De ahí que defendiese la amnistía como “el reencuentro total” en Cataluña y «en el nombre de España, en el interés de España y en defensa de la convivencia entre españoles».