La Agencia Tributaria ha aumentado hasta los 7,6 millones de euros los fondos pagados por el FC Barcelona a exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira, y su hijo, según un informe de la Guardia Civil entregado al juez Joaquín Aguirre, que investiga, entre otros delitos, el presunto caso de cohecho o corrupción deportiva, entre otros delitos. La fiscalía sostenía en su querella que esa cantidad era de 7,3 millones de euros, en base a las estimaciones realizadas en su día por Hacienda, pero esa cantidad ha sido rectificada. En su nueva tabla, los inspectores distinguen entre lo declarado oficialmente (7,5 millones) y lo imputado (7,6 millones). En ese resumen se incluyen todos los desembolsos desde el 2001 al 2018.
En este oficio, la Guardia Civil solicitaba al juez que requiera los extractos de 72 corrientes a ocho bancos y cuyos titulares no son Enríquez Negreira, su actual pareja, el hijo del exdirigente arbitral, Javier Enríquez Romero, y siete empresas, entre ellas Dasnil 95, Nilsad y Soccercam. Estas tres fueron las que percibieron los fondos provenientes del FC Barcelona por supuesto asesoramiento arbitral. El juez Aguirre ya ha aceptado esta petición.
Esta solicitud de los agentes del instituto armado se realizó al ampliarse la investigación al delito de blanqueo de capitales. La Guardia Civil sostiene que hay una serie de operaciones bancarias por parte de los investigados, es decir Enríquez Negreira e hijo, que «podrían asociarse a actividades de ocultación de los fondos percibidos» por el Barça, a lo que hay que unir «las nulas, incorrectas y contradictorias» explicaciones ofrecidas por los encausados a lo largo del proceso judicial.
El requerimiento a los bancos como fin acreditar los cobros reflejados por Hacienda, teniendo en cuenta que uno de los «motivos principales» por los que el club pudo haber decidido la contratación de Enríquez Negreira pudiera haber sido su capacidad de influencia y participaron en la toma de decisiones por el cargo que ostentó en el seno del Comité Técnicos de Árbitros». Esa influencia, al entender de la Guardia Civil, es «palpable» en, al menos, las evaluaciones para ascensos o descensos arbitrales o en la designación de los colegiados internacionales.
Los testaferros
En este mismo informe, los agentes subrayan que, no en pocas ocasiones, se recurre a interponer personas físicas o sociedades para la ocultación de fondos y patrimonio procedentes de origen no justificado, «por lo que no puede descartarse» que Enríquez Negreira «hubiera canalizado, al menos parcialmente, parte de los fondos obtenidos a través de otras personas de su entorno», habida cuenta de las «importantes retiradas de fondos de sus cuentas bancarias y de las de sus sociedades».
Algunas de las sociedades de Javier Enríquez Romero, el hijo del exdrigente arbitral, facturaron entre 2013 y 2018 a tres empresas de Josep Contreras Arjona, exdirectivo del club base del FC Barcelona ya fallecido. Estas sociedades, a su vez, «refacturaron» a la entidad por los servicios de Enríquez Romero. Según explicó este último, esta operativa tenía como finalidad no relacionar el apellido de su padre con el Barça, argumento que, en opinión de la Guardia Civil, «carece de sentido», ya que en las compañías que hasta entonces facturaban al club también figuraba él ejerciendo «cierto grado» de control.