El capitán Dava Torres (A Coruña, 1994) se convirtió el pasado sábado en el noveno goleador histórico del Liceo al superar a Pablo Álvarez, pero a él le hubiera dejado mejor regusto una victoria del Liceo en Mataró. De vuelta a las pistas, analiza el momento del equipo.
¿Cómo está físicamente?
Estoy llegando a un nivel óptico. Vengo renqueando desde la Supercopa. Todo empezó por un golpe en el glúteo, después tuve semanas con problemas en el nervio ciático y ya puedo entrenarme. Es la primera semana que empecé desde el lunes con todos. Arranqué la temporada a buen nivel y estoy deseando volver.
¿Ha podido a veces más el corazón que la cabeza al jugar?
Hemos sido cautos respecto a la gravedad de la lesión, pero el momento, con lo mío y lo de Bruno, siempre intentas echar una mano. En algún partido pude descansar y ya el sábado disputé el partido (en Mataró) en buenas condiciones.
¿Cómo analiza al equipo?
Estamos con muchas ganas de cambiar esta dinámica. Atravesamos esta dificultad (de las lesiones) que también nos ha lastrado en los entrenamientos. El grupo se ha visto mermado. Estamos con mucha energía y mente positiva. Somos conscientes de que no estamos consiguiendo los resultados que queríamos y que estos dos partidos que hemos perdido deberíamos obligarnos a ganarlos.
Los últimos minutos en Mataró fueron un tanto alocados…
Tenemos que quitarle un poco de gravedad, no hay que volverse locos. Este grupo lleva tres meses y en ese tiempo fue capaz de llegar a la Supercopa a muy buen nivel. Luego hemos sufrido por las lesiones. Hay que relativizar todo y tranquilizarse. El problema sería que el grupo no estuviese unido, que tuviéramos dudas en si estamos haciéndolo bien o no o si los resultados vinieran por desastres individuales. Y no, no es así. El otro día contra el Mataró planteamos un partido muy, muy serio y creo que la primera parte fue excelente. En dos minutos se marcaron cuatro o cinco goles. Habla también de la dificultad de nuestros desplazamientos, de que la liga ha subido el nivel y de que estamos en ese momento sin suerte, aunque no me guste aludir a ella. Toca apretar los dientes con una línea de trabajo basada en la confianza, en el trabajo del staff y en el de los compañeros. No es momento de dudar de nada. Estamos en el mes uno o dos y creemos que todavía vamos a poder estar a tope para cuando se jueguen las cosas.
¿Son presos de esa capacidad para saber reinventarse cada año?
Pues sí, estoy de acuerdo, es algo que comentamos en tono de broma. Hemos ganado mucho, muchos años y estuvimos varios superando el mejor inicio histórico del club. Eso no era lo habitual y por eso pedíamos un poco ese reconocimiento de la gente, por eso también pedimos el apoyo cuando no conseguimos cosas tan extraordinarias y nos volvemos un poco más cotidianos. Vemos como en muchos deportes fuera de casa cuesta ganar. Hay que asumirlo, pero también es cierto y no voy a obviar que es algo que jode. Vamos a querer cambiarlo y creemos que lo vamos a conseguir. Todo parte de lograr una victoria en casa ante el Caldes, no hay mejor lugar que el Palacio para iniciar una dinámica positiva.
Ahí han ganado todo…
Sí. Y ante el San Just no nos encontramos, pero en Calafell y Mataró fuimos superiores. Y en Reus en la Supercopa estuvimos cómodos también. El equipo está en ese momento de no conseguir cerrar las victorias, pero estamos convencidos de que lo estamos haciendo bien. En casa históricamente somos un conjunto potente y este año ganamos los dos de una manera solvente. Ante el Caldes queremos esa versión.
En momentos así, ¿redobla mensajes o atenciones como capitán?
Sí, algo pasa, pero eso se queda en el vestuario, es algo que siempre me gustó mantener con nosotros. Yo soy el mismo, siendo capitán o sin ser capitán, ganando o perdiendo, pero quiero aportar siempre.
En breve llegará Europa. ¿Le preocupa al estar justos de efectivos?
El nivel físico es bueno y la carga de trabajo es correcta. Que haya más partidos y menos entrenamientos nos debería favorecer porque nos van a dar ese ritmo. Uno de esos pactos internos que hemos hecho en el equipo ha sido que, seamos más o menos en los entrenamientos, tenemos que conseguir esa intensidad máxima como sea y hoy (por ayer) así ha sido. Tengo una cosa clara: no sé en qué puesto vamos a acabar en la clasificación, pero seguro que en los que más van a trabajar desde hoy hasta el final de temporada vamos a quedar de primeros. Nuestra intención es la de dar el máximo y dar esa vuelta de tuerca. Estamos convencidos y con ganas de dar un paso más en todas las facetas.
¿Le sirve de consuelo haberse convertido en el noveno goleador de la historia del Liceo?
No tengo la tabla, no me fijo. Pero es un orgullo que tu nombre esté con nombres tan potentes. Es cierto que lo cambiaría por haber conseguido todos los puntos que hemos perdido este año, porque nunca ha sido lo que más me ha importado.
¿Sirve para echar la vista atrás?
Sí, para mí es un orgullo llevar tantos años en el Liceo, es mi noveno año en este club. Es donde siempre he querido jugar y donde quiero seguir jugando. Me siento súper feliz de ser capitán de este equipo junto con César. Conseguir cifras importantes para la trayectoria individual claro que me encanta. Espero poder seguir ampliándolas.
Es lo que tiene ser de A Coruña y jugar en el Liceo todo se vive más.
Sí, aunque en momentos así me cuesta hablar bien de mí. Estoy jodido por no ayudar al equipo. Solo tiene cosas buenas. Ser representante coruñés en el Liceo es un sentimiento diferente. Muy pocos en el mundo del hockey se pueden igualar a ser coruñés y jugar en el Liceo.
Su trayectoria es una carrera de fondo y también lo es armar este nuevo Liceo. ¿Lo siente así?
Es que estamos en la jornada número cinco… El año pasado cambiamos siete piezas y este como son cuatro parece que son pocas. No es fácil cuadrar equipos y lograr que el equipo fluya desde el minuto uno. Las condiciones no son las perfectas. Se puede llegar a entender este bajón de resultados, aunque no lo queramos asumir y, aunque cueste asumirlo, puede ser algo que puede pasar. Nos tomamos este año como parte de un proceso, de un proyecto deportivo. Estamos en los primeros pasos, en el primer trimestre, y por eso queremos cambiar la dinámica de cara al segundo o tercero trimestre, que es cuando se juegan las cosas. No nos podemos despistar, pero tampoco meternos más presión de la que hay ni ponernos más nerviosos en una situación que es totalmente reconvertible. Y lo vamos a hacer, estoy convencido de cómo trabajamos, de la filosofía de club, de la filosofía de trabajo del staff. Yo estoy muy seguro de que vamos a darle la vuelta más pronto que tarde.
Y un cambio también de estilo…
Por eso. Estamos cambiando posiciones e intentando adecuarnos a los nuevos fichajes. Yo estoy jugando en una posición más atrasada. De repente, yo falto y han tenido que cambiar esa figura de creador de juego a otras personas. Este bache, a la larga, nos puede venir muy bien, porque los grupos cuando todo va de cara tampoco es positivo. Si puedes superar estos baches, estoy seguro que te hacen más fuerte como equipo y nos va a venir bien. El Liceo es un equipo que está acostumbrado a pasar las duras para convertirlas en maduras. Uno ya ha visto bastantes y, aunque por ahora escueza y joda, a la larga nos va a venir bien.