Matthew Perry, conocido mundialmente por su papel de Chandler Bing en la serie de televisión Friends, fue hallado muerto este sábado en su casa de Los Ángeles. El actor, de 54 años, apareció ahogado en el jacuzzi de su domicilio. El Departamento de Policía de Los Ángeles investiga ahora su muerte.

El actor ganó su popularidad en la mítica serie de NBC. Durante 10 temporadas, la ficción cosechó un gran éxito con las historias del grupo de amigos formado por Matthew Perry -Chandler Bing-, Jennifer Aniston (54) -Rachel Green-, Courteney Cox (59) -Monica Geller-, Lisa Kudrow (60) -Phoebe Buffay-, Matt LeBlanc (56) -Matt LeBlanc- y David Schwimmer (56) -Ross Geller-.

En lo profesional, la vida de Perry estuvo marcada por su papel en Friends, pero, fuera de las cámaras, las adicciones a las drogas, el alcohol y los analgésicos le marcaron en lo personal.

Nueve millones de dólares en rehabilitación

En su autobiografía Amigos, amantes y aquello tan terrible, el actor se sincera sobre su vida, Friends y también sobre sus adicciones. Confiesa que la primera copa se la tomó con 14 años y eso se convirtió en un viaje de no retorno, agravado después por el éxito y la presión derivados de su fama en la popular serie de televisión. 

En el libro, Perry cuenta que se volvió adicto a la vicodina después de un accidente de moto acuática en 1997. Cuatro años más tarde, tuvo que ingresar en una clínica de desintoxicación por su adicción al medicamento, y también a la metadona, las anfetaminas y al alcohol. Según su propio testimonio, llegó a consumir un total de «30 pastillas y un litro de vodka al día». 


Matthew Perry con Monica Geller en un capítulo de ‘Friends’.

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Sus adicciones causaron que el actor no recordara parte de los capítulos que grabó en Friends. En una entrevista con BBC Radio 2, Perry confesó que ninguno de sus momentos preferidos de la serie están entre la temporada 3 y la 6 porque no es capaz de traerlos a su memoria. El actor confesó que era capaz de identificar, viendo su aspecto en la serie, a qué era adicto en ese momento: «Cuando tengo peso es el alcohol, cuando estoy delgado son las pastillas, cuando tengo perilla es porque estoy tomando muchas pastillas», dijo.

En el libro, Perry cuenta que pasó, en 15 ocasiones, por programas de rehabilitación, la primera con 26 años. «He ido a terapia dos veces a la semana durante 30 años», aseguró. De hecho, narró que se había gastado «nueve millones de dólares» en rehabilitarse del alcohol y las drogas, había ido a 6.000 reuniones de Alcohólicos Anónimos e incluso había estado internado en un hospital psiquiátrico

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En su sobrecogedor relato, Perry habla abiertamente sobre sus adicciones, sin reparos. «Los adictos no somos mala gente. Solo estamos tratando de sentirnos mejor, pero tenemos una enfermedad. Cuando no me encuentro bien, pienso: ‘Dame algo que haga que se me pase’. Tan sencillo como eso», escribe.

Sobre el proceso de rehabilitación dice: «Desintoxicarse es un infierno. Implica tumbarse sobre una cama y ver los segundos pasar sabiendo que no estás ni mínimamente cerca de encontrarte mejor». «Quería compartirlo cuando estuviera a salvo de volver a entrar en el lado oscuro de todo», afirma en el libro.

Al borde de la muerte

Las adicciones causaron al actor importantes problemas de salud a lo largo de toda su vida. Hace cuatro años, el actor llegó a estar incluso cerca de la muerte, cuando tuvo que ser sometido a una intervención quirúrgica de urgencia por una perforación intestinal. Su colon estalló a causa del consumo excesivo de opioides y pasó dos semanas en coma, conectado a un respirador artificial.

Perry fue sometido a una colostomía que lo dejó «con un 2% de posibilidades de vivir«. Durante nueve meses, tuvo que llevar una bolsa externa conectada a su colon, algo que calificó de «infierno». «Todos los doctores me dijeron que nadie pasa esa operación. Mi gran pregunta es ¿por qué yo sí? Tiene que haber alguna razón», reflexionaba después el recién fallecido actor.

Su legado, ‘Perry House’

Matthew Perry decidió aprovechar su experiencia personal para ayudar a otras personas que pasarán también por episodios de adicción. Por ello creó ‘Perry House’, un centro de rehabilitación o, como él definió, «un lugar sobrio, para hombres sobrios».

«He tenido muchos altibajos en mi vida. Aún estoy trabajando en ello personalmente, pero lo mejor de mí es que si un alcohólico o un drogadicto viene y me dice: ‘¿Puedes ayudarme?’, siempre diría: ‘Sí, lo haré por ti, aunque no siempre pueda hacerlo por mí mismo’«, aseguró en una entrevista en 2015.

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El actor señaló que, cuando muriera, sabía que la gente le recordaría por su papel en Friends, «y estoy feliz de eso, feliz de haber hecho un trabajo sólido como actor, así como haber dado a la gente múltiples oportunidades de burlarse de mis luchas».

No obstante, admitió que, cuando falleciera, «sería bueno que Friends estuviera muy por detrás de las cosas que hice para ayudar a otras personas». «Sé que no sucederá, pero estaría bien», añadió.