La supermodelo Gigi Hadid (Los Ángeles, 1995) ha desfilado adornada con las alas de los ángeles de Victoria’s Secret, supera los 79 millones de seguidores en Instagram y se codea con amigas como Taylor Swift, Lenna Dunham y Kendall Jenner. Y sin embargo este otoño ha alcanzado la difícil meta de ser más popular todavía. Sus citas en Nueva York con el actor Bradley Cooper, exmarido de la modelo Irina Shayk, otra amiga suya que tuvo la mala idea de presentarlos, se ha convertido en el nuevo romance de moda. Hija de la modelo neerlandesa Yolanda van den Herik y el empresario de origen palestino Mohamed Hadid, Gigi manifestó su apoyo a la causa palestina según se reactivó el conflicto, dejando claro en sus redes sociales que “aunque sus esperanzas y sueños están con los palestinos, ninguno de ellos incluye el daño de una persona judía”. Estas declaraciones no solo le valieron encendidas críticas, sino amenazas de muerte a ella y a toda su familia que han recibido incluso en sus teléfonos personales, desveló el medio TMZ.
Aunque sus sueños estén con Palestina, Gigi Hadid se crió al sol de Malibú, montando a caballo y compitiendo en las Olimpiadas Junior como jugadora de su equipo de voleibol en el instituto y vistiendo ‘leggins’ Lululemon y chanclas la mayor parte del año, según ella misma ha explicado. No le estorba el calificativo de ‘nepo baby’ y es la primera en reconocer que tuvo una infancia privilegiada como hija de un matrimonio multimillonario. Debutó con solo dos años en una campaña de Baby Guess, pero antes de irse a vivir a Nueva York para afianzar su carrera de modelo ya era famosa por el protagonismo de su madre, Yolanda Hadid, en el ‘reality show The Real Housewives of Beverly Hills’, que reflejaba las cuitas de las amas de casa de los hogares más ricos de Los Ángeles al más puro estilo Kardashian.
Una madre obsesionada
El clip del programa en el que Gigi Hadid confesaba por teléfono a su madre en 2014 encontrarse mal tras comer solo media almendra y Yolanda, que se despertaba de una operación, la despachaba con un “pues come dos almendras y mastícalas bien” se volvió viral y acuñó el término ‘almond mother’, entendido como una madre obsesionada con la dieta que imprime gordofobia. También puso en entredicho los métodos marciales con que Yolanda Hadid había educado a sus cuatro hijos, dos de ellos supermodelos: Bella Hadid ha confesado lamentar haberse operado la nariz con solo 14 años. Solo un año después de que trascendiese el episodio, Gigi Hadid abanderó las modelos con curvas en Instagram, harta de críticas. “Sí, tengo tetas. Tengo abdominales, tengo culo, tengo muslos, pero no estoy pidiendo un trato especial”, resolvía. Había nacido una estrella al estilo de las tops models de los 90.
Gigi Hadid ha desfilado y protagonizado campañas para las principales marcas de la moda, de Prada a Fendi, Burberry o Tom Ford. Su fama ha quedado realzada por cameos en al menos siete videoclips, de ‘Bad Blood’ de Taylor Swith a ‘How Deep is your love’ de Calvin Harris. Su espectacular aparición sobre la alfombra roja del festival de Cannes este año con un vestido estilo Old Hollywood este año junto con su idilio con Bradley Cooper –antes se la relacionó con Leonardo di Caprio- ha disparado los rumores de que se postula como actriz de cine. La modelo ya aprovechó la maternidad de su hija Khai, que tuvo en 2020 con el cantante Zayn Malik, exmiembro de One Direction, para reinventarse como empresaria. Fundó su primera marca, Guest in Residence, que fabrica piezas de cachemir y prendas de punto, de la que es directora creativa. A la espera de sus próximos proyectos, si algo está claro es que Gigi Hadid solo se detiene para coger impulso.