La vida de Loic Veillard es una montaña rusa. Bajos fondos y altas esferas empresariales. Una carrera de fondo en ambos lados de la ley. Y como no, política. En una etapa de su vida, Loic entabló una buena amistad con Víctor Sánchez del Real, exdiputado de Vox y uno de los hombres fuertes de Santiago Abascal. Sin embargo, hace unos meses el partido le purgó.

Sánchez del Real fue un hombre importante en la comunicación del partido ultraderechista. Y debido a su relación con El Francés, le contactó para eliminar políticamente a Juan Antonio Morales, excandidato de Vox para la Junta de Extremadura. También estuvo relacionado con la caída Cristina Gómez Carvajal, exconcejala de Vox en Galapagar y una de las instigadoras del acoso sistemático que recibieron Pablo Iglesias e Irene Montero a las puertas de su chalet durante meses. 

Líos de denuncias, detectives privados, cocaína y prostitución. Así lo explica Loic Veillard, alias El Francés, para ElPlural.com

Pregunta: ¿Vox te ha contratado para hacer trabajos sucios como eliminar disidentes?

Loic Veillard: Eso es absolutamente mentira. No tengo nada que ver con Vox. Esa gente que me la suda. Además, la persona que me contactó, ya no está en Vox.

P: ¿Víctor Sánchez del Real?

LV: Sí. Mi amigo desde hace muchos años. 

P: ¿Qué pasó con Cristina Gómez, exdiputada de Vox en Galapagar?

LV: Por entonces, un colega me dice que está saliendo con ella. Nos llevamos bien y acabé en su casa de Galapagar. Y vi cosas muy raras. Nada más llegar, vi a Cristina borracha perdida. Y a su lado, dos niños pequeños. Sus hijos Claudia y Fernando. Estaban muy desatendidos y la casa estaba llena de botellas de alcohol. Cristina se intenta sentar en un sofá y se cae al suelo. Su novio se la tiene que llevar a la cama. Salió a las horas gritando a la hija de 13 años. Esta mujer se pone coca delante de los niños. Más adelante, con solo dos llamadas, me enteré quién era su camello. A todo esto, llega el otro concejal de Vox, Miguel Abolafía, que venía con su novio, un cubano muy jovencito con quién estaba desde que era menor. Y estaban ahí empalmados delante de los niños. Entonces me enfadé y la lié. Me gritaron llamándome delincuente y amenazándome con que me iban a destrozar porque eran de Vox. Entonces, llamé a Víctor Sánchez del Real para decirle que iba a denunciar a estos pringaos.

P: ¿Y cuál fue su reacción?

LV: Entonces, Víctor me dijo que la Cristina ésta era la que hacía escraches a Pablo Iglesias e Irene Montero. Me pidió 24 horas para intentar arreglarlo. Pero yo tenía que ir al cuartel porque a los niños no se les podía dejar ahí. A la media hora me llama José Hidalgo (ex jefe de seguridad de Vox) para acompañarme a denunciar. Yo no fui por Vox, fui porque quise. Pero les vino muy bien.

Víctor Sánchez del Real junto a Loic Veillard en una foto de archivo

P: Luego está el caso de Juan Antonio Morales, otro miembro de Vox en Extremadura, que acabó siendo un problema para la cúpula del partido.

LV: Ahí me contactó Víctor para averiguar si ese tío era un putero y un cocainómano. Tengo pruebas que lo atestiguan. A continuación, traté de ocuparme de ello.

P: Pero no salió bien.

LV: Como había poco presupuesto, pensé en ponerme en contacto con un detective de allí. Le pedí un seguimiento y se chivó a Morales. Ahí se jodió todo. Le dije a Víctor que dijéramos la verdad porque es lo más fácil. Él dice que no me conoce, aunque hayan salido fotos con los dos juntos. 

P: ¿Cómo habría sido el trabajo?

LV: Querían saber si ese miembro de Vox era un putero y un cocainómano. Y ya te digo yo que iba a conseguir demostrarlo. Sabíamos que lo era porque conocemos a todo el mundo. A la seguridad de todos los clubes de alterne. Contacté con el detective porque quería que nos saliera más barato. Fue una cagada mía. Ha pasado, pero y qué. Tampoco era un negocio sucio como otros que puedo hacer. 

P: ¿Qué tal la relación con Víctor?

LV: Es un gran hombre. Un tío correcto y honesto, hijo de militares. Por eso le han echado de Vox. Por serio y trabajador. Pero es tonto perdido porque le han tomado el pelo una vez más. Por bueno. Ya no hablamos porque se enfadó conmigo. 

P: ¿Qué opinas de Vox?

LV: No comulgo con ellos, aunque soy de derechas. He visto cosas que no me han gustado nada, son muy cobardes. Huyo del extremismo. En mi juventud tuve problemas con Fuerza Nueva. Les robaba los chiringuitos y luego vendía sus productos a las puertas de las iglesias para quedarme con el dinero. Y soy judío, además. Estoy en las IDF (Fuerzas de Defensa de Israel) en apoyo al Ejército de Israel y estuve un tiempo colaborando en un kibutz. 

P: ¿Qué te parece el conflicto con Palestina?

LV: No me centraría en lo que está pasando ahora. Hamás ha atacado a un país. Han matado niños. A Israel no le queda hacer otra cosa porque demostraría debilidad y ha sido siempre un país perseguido. Es una situación muy complicada. El que tiene razón es el que pega segundo. Existe una cosa llamada defensa propia.