Los hackers informáticos patrocinados por el Estado de Corea del Norte fueron responsables del robo de criptomonedas por valor de casi 1.700 millones de dólares (unos 1.600 millones de euros) el año pasado, ha dicho este viernes el Panel de Expertos de la ONU sobre las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU) contra Pyongyang.

Citando el informe de una empresa de ciberseguridad, el panel ha dicho que el robo cibernético norcoreano el año pasado fue aproximadamente tres veces mayor que en 2021, al tiempo que ha señalado que Corea del Norte está dando prioridad a los hackeos de criptomonedas para financiar su programa de armas nucleares, ha informado la agencia Yonhap.

«Los actores que trabajan para la Oficina General de Reconocimiento continuaron utilizando técnicas cibernéticas cada vez más sofisticadas para robar fondos e información», ha asegurado el informe, refiriéndose a la agencia de inteligencia militar de Corea del Norte y ha añadido que las empresas de los sectores de criptomonedas, defensa, energía y salud fueron especialmente atacadas.

El panel ha señalado a los trabajadores norcoreanos en el extranjero, incluidos algunos con visas de estudiantes, como otra fuente de ingresos. El Consejo de Seguridad de la ONU ha impuesto una prohibición a los norcoreanos que trabajan en el extranjero por temor a que sus ingresos contribuyan a los programas armamentísticos del Norte.

Refiriéndose a los lanzamientos de misiles balísticos del Norte, el panel ha explicado que esas pruebas contribuyen al cumplimiento de dos objetivos de la hoja de ruta quinquenal de Corea del Norte anunciada en enero de 2021: la adquisición de un misil balístico intercontinental de «propulsor sólido terrestre» y «capacidades de armas nucleares».

Tras señalar el impulso de Corea del Norte para reforzar sus capacidades de disuasión de guerra y de «contraataque nuclear», el panel ha denunciado que estos acontecimientos apuntan a una estrategia de disuasión similar a la capacidad de «segundo ataque», un término que se refiere a la capacidad de un ataque nuclear de represalia. El informe, además, ha indicado que Corea del Norte podría haber importado productos refinados de petróleo más allá del límite anual permitido de 500.000 barriles.