Mientras que la mayoría de los cultivos ven reducidas hasta un 20% sus plantaciones debido a la sequía, los productores de agricultura ecológica suspiran con el alivio contenido gracias una “mejor gestión del agua” y, aunque sufren la falta de lluvia, lo hacen en menor medida.

La falta de disponibilidad de agua es un problema que “afecta a todos por igual”, sin embargo, a la hora de afrontar esta coyuntura, los agricultores de producción ecológica parten con ventaja ya que “todos los cultivos tienen sistemas de mitigación y reducción del gasto de agua”.

Para el presidente de la Asociación Profesional Española de la Producción Ecológica (Ecovalia), Álvaro Barrera, la característica principal de este tipo de agricultura es la capacidad del suelo de retener este líquido gracias a su propia estructura.

Barrera ilustra la diferencia entre ambos tipos con la imagen de una persona que, después de comer algo muy picante necesita un vaso de agua pero no lo tiene y, en otro plano, la imagen de una persona que, en la misma situación, sí tiene el agua para sofocar esa sensación.

Compuestos nitrogenados que dañan el suelo

La primera sería la agricultura convencional que, según ha explicado Barrera en declaraciones a Efeagro, debido a los compuestos nitrogenados y las sustancias químicas que le aportan los recursos fitosanitarios, bajo episodios de sequía hace que su suelo se queme y la planta no tiene aporte hídrico.

En cambio, en el caso de la agricultura ecológica, los cultivos sí pueden “echar mano” de ese “vaso de agua” para sofocar el calor, ya que carecen de las anteriores sustancias que provocan un bloqueo en la absorción de agua.

Un mejor tratamiento del suelo favorece a la agricultura ecológica Agencias


La falta de disponibilidad de agua, sumada a otras adversidades climáticas como el pedrisco, ha provocado el aumento de precio de cultivos como el de melón y sandía, la cebolla y el tomate y que vean reducido su cultivo.

Y esto repercute en el precio final al consumidor, para el que se han incrementado los costes de los alimentos en la cesta de la compra, especialmente los de frutas y hortalizas.

La agricultura ecológica no está exenta de sufrir estos vaivenes económicos, ya que el precio de los insumos también han subido y ha afectado a todos productos; no obstante, a juicio del presidente de Ecovalia, factores como una distribución más “de la granja a la mesa” mitigan esta problemática.

Pero el consumidor no ha dejado de comprar este tipo de productos: el gasto medio total per cápita se situó en 60 euros por persona al año, de los que 53,20 corresponden a la cantidad que gastan los españoles en el ámbito del hogar, según los datos de Ecovalia.

La agricultura ecológica ya compite con la convencional

El técnico de investigación en producción ecológica en el Instituto Vasco de Investigación Agraria (Neiker), Roberto Ruiz, subraya la capacidad de la agricultura ecológica de “competir” con la convencional.

Destaca que la convencional “no llega a alcanzar el rendimiento esperado” a partir de los insumos que se le aporta y, por tanto “producir es más caro, o equivale en muchas ocasiones, al mismo nivel que la ecológica”.

En situaciones como la que atraviesa en la actualidad el país, con la reserva hídrica al 48,2% y en descenso por sexta semana consecutiva, la vista se posa en la capacidad de los embalses de suministrar agua tanto para consumo doméstico como para la agricultura.

Animales pastando libremente en ganadería extensiva ganaderiaextensiva


Sobre ello, el director de Ecovalia alerta de la presencia de “órganos fosforados, que hacen que los límites de estas materias activas estén por encima de lo permitido para el consumo humano” y que, “el poco agua que hay, es agua que no está disponible”.

Los productos fitosanitarios presentes en la agricultura convencional llegan hasta los embalses arrastrados por las lluvias y hacen que, al haber menos agua almacenada, la concentración de esas sustancias aumente.

Sigue aumentando el gasto en agricultura ecológica

Durante el 2022, los españoles gastaron una media de 60 euros en productos ecológicos tanto fuera como dentro del hogar, una cifra que supone un incremento del 3,1% y de casi dos euros con respecto al año anterior, cuando se gastaron 58,15 euros.

Según los últimos datos de Ecovalia, en los últimos tres años el consumo ecológico ha aumentado un 45% tras la estabilización después de la pandemia.

Además, la cesta ecológica en España durante 2022 estuvo conformada por un 64 % de productos ecológicos de origen vegetal, principalmente de fruta (14 %), hortalizas (10 %), y un 36 % de productos de origen animal, fundamentalmente carne (27 %).

En España, hay 2,64 millones de hectáreas de superficie ecológica certificada, con un crecimiento del 26,6 % de estas superficies en los últimos cinco años.

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