La semana en la que se ha certificado el acuerdo de coalición con Sumar concluirá con un gran cónclave socialista en el cuartel general de Ferraz. El PSOE someterá a consulta a sus bases el documento de 48 páginas que Pedro Sánchez y Yolanda Díaz rubricaron en el Museo Reina Sofía, amén de recibir el respaldo unánime del Comité Federal. La reunión se enmarca en un momento crucial en las negociaciones para la investidura. Tras confirmarse el pacto con sus socios, todos los esfuerzos se orientan a seducir por completo al nacionalismo e independentismo catalán y vasco; con la vista puesta especialmente en Junts y la derivada de la amnistía como condición sine qua non para ceder los votos neoconvergentes al candidato. En este sentido, el secretario general, según ha podido saber ElPlural.com, sentará las bases del argumentario en torno a la medida de gracia, aunque desde el prisma de la convivencia en Cataluña y su encaje con el resto de España más allá de una legislatura.

El Partido Socialista se garantizó los 31 votos de Sumar para la investidura con un acuerdo para reeditar la coalición. Pedro Sánchez y Yolanda Díaz escenificaron su sintonía en un acto con marcado simbolismo en el Museo Reina Sofía. Con los apoyos de la formación magenta en el bolsillo, el equipo negociador del PSOE se remanga antes de encarar la recta final. El independentismo y el nacionalismo son el último escollo del Jefe del Ejecutivo para eliminar la coletilla “en funciones” durante otros cuatro años. Los grupos catalanes y vascos, a excepción de EH Bildu, han endurecido sus declaraciones públicas como medida de presión en esta nueva fase en la que la coronación de Sánchez se vislumbra con mayor nitidez.

El presidente del Gobierno en funciones, en uno de los múltiples eventos europeos, exhibió sin matices su confianza en sacar adelante la investidura. “Lo tenemos cada vez más cerca”, sentenció ante los medios de comunicación en Bruselas. Un optimismo que se ha extendido a la práctica totalidad de los estamentos socialistas y que se dejará ver este sábado. Se espera que el Comité Federal, máximo órgano de decisión del PSOE entre congresos, suponga un nuevo espaldarazo para el secretario general, con la ratificación unánime del acuerdo con Sumar. En paralelo, se aprobará extender la cuestión a las bases, para que validen el conglomerado de compromisos de la nueva coalición.

Semana clave

El acuerdo abre la puerta a las nuevas derivadas. El 27 de noviembre expira el plazo para celebrar la investidura. De fracasar las negociaciones con los independentistas, se convocarían automáticamente nuevas elecciones para el 14 de enero. Pero los socialistas no piensan en ello. Confían en amarrar todos los votos necesarios para ungir a Sánchez durante otros cuatro años. A pesar del optimismo, sin embargo, la fecha de la investidura es todavía una incógnita. En el cuartel general del PSOE aspiran a agendar la coronación en torno al 6 de noviembre, unos días antes del Congreso del Partido Socialista Europeo en Málaga que liderará el presidente en funciones. No se descarta aún la posibilidad de encajarla en la tercera semana de noviembre, tras el cónclave de los socialistas comunitarios y la Cumbre de Barcelona. Un encuadre que potenciaría el perfil exterior del jefe del Ejecutivo.

Por el momento, las fechas que se manejan son papel mojado. Así será hasta que se cierren las vías de Junts, ERC y PNV. La ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, lo advirtió esta misma semana ante los micrófonos de la Cadena SER. “No hay nada acordado hasta que todo esté acordado”, aseguró  la cabeza visible del equipo negociador socialista. Tampoco ofreció pistas sobre la amnistía o su encaje constitucional, más allá de pasar de puntillas por las bondades sujetas a la medida de gracia.

En este sentido, según ha podido confirmar este periódico de voces próximas a la cúpula del partido, se espera que sea el propio Pedro Sánchez el que, en el marco del Comité General, esboce las primeras pinceladas sobre la amnistía en su intervención. La intención es marcar doctrina no solo con el perdón a los encausados por el procés, sino con el encaje de Cataluña con el resto de España. Un horizonte de convivencia que trasciende, tal y como relatan estas fuentes, una legislatura de cuatro años.

De hecho, este viernes Sánchez ha asegurado que preguntará a la militancia del PSOE si avala la negociación con PNV, Bildu, Junts y ERC. «Mañana se va a plantear una pregunta a la militancia y en esa intervención daré mi posición de los distintos aspectos que afectan a este proceso de investidura, y tengo la confianza, y he hablado con muchos cuadros socialistas, de que el respaldo va a ser muy importante de los militantes, que se pueden expresar libremente con todo el respeto de este secretario general», ha señalado desde Bruselas, donde se ha celebrado la segunda reunión del Consejo Europeo.

Los barones, a escena

En cada reunión de este calibre se mira con lupa las decisiones que toman los líderes autonómicos del Partido Socialista, con especial atención a Emiliano García-Page. La presencia del presidente de Castilla-La Mancha estaba en el aire hasta la mañana del jueves. Pese a apoyar sin matices el acuerdo de coalición con Sumar, sus críticas a la eventual amnistía, así como sus ausencias en los últimos cónclaves, alimentaban los rumores sobre su ausencia. Sin embargo, su entorno confirmó que interrumpiría su viaje oficial por Toulouse para personarse el sábado en la sede de Ferraz. A él se sumarán su homólogo asturiano, Adrián Barbón, y la presidenta de Navarra, María Chivite.