El Leipzig ha dejado casi atado este miércoles el pasaporte para los octavos de final de la Champions tras imponerse a un peleón Estrella Roja. La calidad de los alemanes, sobre todo de Xavi Simons, que dio una gran asistencia a Raum en la primera diana y firmó un golazo luego, y de Dani Olmo, que hizo el tercero de la sentencia, decantaron el duelo.
Y el Leipzig, segundo en el grupo G con 6 puntos, tiene pie y medio en la siguiente ronda de la máxima competición europea. Xavi Simons fue determinante así como el portero del Estrella, Glazer, que evitó una mayor goleada.
El Estrella Roja avisó con un disparo de Hawang con un buen obús (2’), un espejismo pues rápido el Leipzig se convirtió en el dueño del partido, aunque le costó ‘morder’.
Lo hizo en la primera clara que tuvo, en el minuto 12, iniciando Xavi Simons su recital. El ex del Barça le dio un regalo en forma de asistencia a Raum para poner el 1-0 en el marcado con un chut cruzado.
El Leipzig activó toda su artillería y tuvo el segundo en una doble ocasión en el 16’, primero de Poulsen y luego de Openda, luciéndose el portero Glazer. No cerró el duelo y en la recta final de la primera parte el equipo serbio se despertó y se vino arriba, buscando el empate. Lo acarició en el 28’ cuando el colegiado pitó penalti por entrada de Lukeba sobre Olayinka, pero el VAR instó al colegiado español Sánchez Martínez a revisar el lance, corrigiendo su primera decisión y anulando la pena máxima. Hasta el descanso el Estrella Roja apretó, pero el 1-0 no se movió.
En la reanudación el equipo balcánico salió muy enchufado, viéndose sus mejores minutos, mereciendo el gol. Pero le faltó puntería y cuando más agobios estaba pasando el once alemán, apareció Simons para encarrilar el triunfo con un golazo. Un latigazo que se coló por toda la escuadra previo jugadón.
Con 2-0, el Leipzig se envalentonó y buscó la sentencia, viendo que el Estrella se podía volver a subir a las barbas. Pero siempre se topó con un soberbio Glazer, el portero del Estrella que lo paró todo, destacando un par de manos milagrosas (62’, 64’ y 67’) a disparos de Opeta y Simons.
Cuando parecía que los 3 puntos se iban a quedar sin problemas en feudo alemán, apareció Stamenic para poner pimienta al duelo con el primer gol de los serbios en el 70’. Cinco minutos después, Dani Olmo entró al campo en lugar de Simons, el gran protagonista hasta entonces.
Y resultó providencial la entrada del catalán pues en el 84’ firmó la sentencia con un gol de pillo, cazando un balón en el área para hacer el 3-1. En la recta final, el gol pudo caer en ambas áreas, apretando los serbios hasta el último suspiro, pero el triunfo alemán no se movió.
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