El CLEC Fashion Festival ha inaugurado, este viernes 27 de octubre, su alfombra blanca y azul rodeada de toneladas de residuo textil en honor a la temática anual: el deshielo. La primera jornada dio comienzo con una actuación dedicada al proceso de pérdida de las estaciones.

A las 17:00 horas empezó la performance de danza contemporánea sobre la desestacionalización a cargo del Conservatorio Superior de Danza de València (CSDV) Nacho Duato basada en “Las Cuatro Estaciones” de Vivaldi”. Diecisiete bailarines y bailarinas reencarnaron la analogía sobre la locura de la climatología provocada por el cambio climático.

Cuatro grupos fueron de bailarines se deslizaron alrededor de la cúpula de L’Hemisfèric diferenciados por sus túnicas de cuatro colores: azul (invierno), verde (primavera), naranja (verano) y marrón (otoño). Poco a poco el baile se convertía en una lucha entre estaciones y uno a uno fueron convirtiéndose en verano hasta que, como pasa en la actualidad, el verde y el marrón se convirtieron en naranja. Un último azul cayó al suelo entre un mar de túnicas naranjas. El calentamiento global cobró voz en la música que pretendía alertar a los espectadores. Al final, el baile terminó en un ruego: “Lo importante no es lo que hemos perdido sino lo que nos queda por delante”.

Diseños de los jóvenes artistas. L-EMV


Con la vista puesta en el futuro y en los retos que plantea el presente de la industria, el colectivo emergentes salió en su mayoría con los pies descalzos. La juventud que presenta este colectivo y el de Emergentes supone un lienzo en blanco hacia la moda que debe primar en un futuro. Miquel Suay, director del Clec, dedicó unas palabras a situar el foco en este emergencia y sumar esfuerzos en la industria valenciana. El festival parece haberse diferenciado de las otras propuestas que plantea el sector valenciano y no busca enemistarse, sino colaborar hacia un futuro mejor.

Entre los diseños sostenibles brilló la tendencia del ‘upcycling’ y más allá de las propuestas más esperadas e inmediatas de este reciclaje de moda, destacaron varios diseñadores con grandes apuestas que demuestran el gran campo creativo que ofrece la moda sostenible.

Prendas reutilizadas

Altea Velázquez, creadora de la marca Symbiotik, presentó tres conjuntos realizados con materiales de prendas reutilizadas de su padre. “La colección se llama “Carbón y ramas secas” y representa la efimeridad de la vida en las diferentes fases del duelo”, revela la diseñadora. Velázquez explica que siempre ha creído que la moda debe “crear conversaciones que fluyan al igual que las tendencias”. Sus propuestas disrruptivas mantienen un código de elegancia sutil que fue seguido por algunas de sus compañeras y se diferenciaba frente a los estilos punk, denim y urbano que más resultan de este tipo de técnicas.

Así como el frío ha llegado de golpe al levante valenciano sin temporadas de entre tiempo, la programación del evento contra el deshielo desafió a las temperaturas con un desfile de Dolores Cortés bajo la luz del atardecer. Los diseños desfilaron la colección de la marca “Joven, libre, dinámica, y sobre todo: especial”.

Dolores cortés presentó una de sus colecciones más tropicales y floreadas. Las piezas de baño destacaban por la calidez del rosa, rojo y ligeros toques fríos que acompañaban los últimos minutos de la hora más dorada del día. Las propuestas de bikinis juveniles tropicales con estampados asimétricos contrastaban con toques tribales y tonos tierra y accesorios XXL.

En el ocaso del desfile, los colores se desvanecían hacia la naturalidad de los tonos tierras junto a una puesta del sol en la que la colorimetría se fundió a un negro noche elegante plagado de apuestas juveniles y atrevidas con prendas largas, transparencias y bordados. Las modelos fueron escoltadas al final por una Dolores Cortés sonriente que llenó l’Hemisfèric de diseño valenciano.

La elegancia de la colección y la diversidad de estampados hicieron evidente la carencia en la diversidad de cuerpos y etnias entre sus modelos. Un detalle que no acompañó al trasfondo ni a los diseños de una colección de ropa de baño que dentro del gen clásico de la marca despierta en una era moderna en la que el público empieza a exigir modelos más representativas.

Menos modelos, más caché

La organización del festival comunicó que la elección de modelos de esta edición había evolucionado de forma que “se han contratado menos modelos para que estas fueran de mayor caché”, lo que podría explicar de algún modo la carencia en la diversidad de estas.

En pase de “Noveles del Ártico” los diseñadores incipientes mostraron sus piezas bajo el claim del CLEC #WHITEMERGENCY “Stop a al deshielo de los polos” y elevaron el nivel creativo con sus apuestas más arriesgadas. El desfile sorprendió a los espectadores con diseños de gran calidad artística.

La música de Amy Gueye junto a la danza de Isabel Peña (Is my Name) sonó a las 19.30 con el vídeo de la diseñadora Eva Iszoro, en el que se mostraron sus creaciones de moda gracias al 3D y a la Inteligencia Artificial. A las 20 horas, Keperezaxiko y Modistilla unieron fuerzas para protagonizar un desfile conjunto que dará paso.

La internacionalización se abrió paso entre la cantera valenciana con Antonio Martino Couture, diseñador italiano invitado especial que supuso el primera paso en un CLEC que ha abierto sus puertas al mundo. El escritor impulsor de grandes estudios sociológicos de moda Gilles Lipovetsky traerá su acento francés a este conjunto con su “fashion talk” en la jornada de hoy, sábado 28 de octubre.