Aunque se trata de fenómenos muy comunes y estamos muy acostumbrados a ellos, lo cierto es que siempre hay excepciones… como la de hoy. El impresionante candilazo que ha sorprendido a quienes hayan madrugrado en València ha dejado estampas para recordar. Una de las más espléndidas se ha dado en el puerto de València, por el juego de luces y la combinación entre el horizonte anaranjado y las siluetas industriales rasgándolo con el mar de fondo.

El juego de sombras y colores se completaba con los tonos violáceos propios de amanecer, donde poco a poco la negrura va dando paso al alba.

El candilazo o arrebol  se produce sobre todo en otoño e invierno y es más habitual en zonas costeras.

¿Qué es un candilazo y por qué ocurre?

Para que ocurra el candilazo o arrebol es imprescindible que haya nubes en el cielo (mejor si son altas o medias) para que, así, se dibujen los colores. No es más que el resultado de la dispersión de los rayos del sol en función de la inclinación de estos; por eso, se da al salir o ponerse el sol, que refleja la luz en las nubes como si fueran un lienzo, máxime cuando el ambiente está limpio, y enciende el cielo ofreciendo un espectáculo grandioso.

El candilazo o arrebol suele ser un fenómeno meteorológico corto, que apenas dura lo que dura la salida del sol o el ocaso, pero intenso si se dan las condiciones adecuadas. Y ayer, desde luego, se daban con creces.