La Audiencia de Barcelona ha condenado a las gemelas Pilar y Dolores Vázquez y a la pareja de la primera, Isaac Gil, por el asesinato a golpes de Pedro Fernández, novio de Dolores, en la noche del viernes 9 de julio al sábado 10 de 2021 en Sabadell. El juez presidente del jurado ha impuesto una pena de 20 años de prisión a Dolores y 16 a su gemela, Pilar, y 17 a su pareja, Isaac, autor manterial del crimen. La sentencia recoge en definitiva el veredicto del tribunal popular que concluyó que los tres procesados habían planificado el crimen (de ahí la alevosía incluida en la sentencia), pero no consideró que había ensañamiento, a pesar de que la víctima recibió hasta 12 golpes con una barra metálica (una pata de cabra). A los procesados se les impone, además, la libertad vigilada tras el cumplimiento de la pena y la prohibición de acercarse durante unos años a la hija de la víctima.

Pedro Fernández fue brutalmente golpeado en la cabeza por Isaac, según el mismo ha confesado. Primero, en la habitación del piso de Dolores, donde estaba durmiendo. A pesar de la agresión, pudo escapar e intentó huir por la escalera del inmueble. Detrás de él salió Isaac. Al llegar a la planta inferior, el acusado lo «cazó», como definió el fiscal la persecución, y continuó golpeándole en la cabeza, hasta que la víctima se cayó al suelo inconsciente. El rellano quedó lleno de sangre y con restos del cerebro de Pedro, como detallaron en la vista los agentes de los Mossos d’Esquadra que se personaron en el inmueble al ser alertados por unos vecinos.

Limpiar el rellano

Tras acabar con la vida de Pedro, las gemelas Vázquez limpiaron el rellano para no dejar rastro y tras trasladar el cuerpo a la vivienda de Dolores. Los agentes de los Mossos lo encontraron envuelto en una manta. Dos vecinos grabaron a través de la mirilla de la puerta de sus casas cómo los acusados limpiaban el suelo. Incluso cómo Isaac llegó a poner el pie en el cuerpo de Pedro para comprobar que estaba muerto. El jurado confirmó que los tres procesados había tramaron el asesinato, a la vez que rechazó que estos tuvieran algún tipo de transtorno psíquico que alteraba sus facultades, en base a las pruebas periciales de las forenses.

Los audios hallados en los teléfonos móviles de los acusados fue una de las pruebas clave para que el tribunal popular determinara que el crimen fue planificado. Uno de ellos registra las palabras que envió Pilar a su pareja, Isaac, dos días antes del asesinato: «Holi Cari, he estado hablando con mi hermana por teléfono y está chunga, chunga. Hemos estado hablando… porque ella ya no aguanta más, y es normal… de cómo conseguir cloroformo, cari, para dormirlo y luego… eso. ¿Sabes? Porque de este viernes no quiere que pase ya. Y yo estoy de acuerdo con eso. Así que si conseguimos eso para que ella lo duerma y nosotros rematarlo pues se hace el viernes por la noche. Yo me pido el día personal. No pasa nada. Ya seguimos hablando luego que voy a salir a comprar. Hasta luegui». También se encontró un video donde aparece Isaac enseñando un aparato eléctrico